En una comparecencia de prensa, Juanjo Narváez aseguró que «trabajaba mucho en defensa» y jugaba en una zona, caído a banda hacia adentro, nada habitual a la habitual de mediapunta. Pese a ello, el centrocampista colombiano, cedido por el Real Betis, está demostrando sus credenciales pues ha marcado cinco goles en los 12 partidos que ha disputado, una media de 0,42 goles por partido. Y a pesar de que su estreno goleador fue en la derrota en casa ante el Barça B, los cuatro últimos goles de Narváez han valido su peso en oro ya que sus goles se han traducido en victorias para el equipo cordobesista. De este modo, el colombiano marcó el primero de los dos goles del Córdoba en la victoria sobre el Alcorcón.

El jugador cafetero permaneció cuatro partidos sin marcar, aunque cuando rompió su sequía goleadora, lo hizo para darle tres puntos al Córdoba pues su tanto fue el de la victoria ante el Lorca. Y el pasado viernes cerró, de momento, su registro goleador con dos tantos en dos minutos ante el Sevilla Atlético. Narváez cuajó de este modo su mejor actuación en lo que lleva de temporada no solo por sus tantos, sino también porque desatascó el juego en determinadas facetas del partido.

La llegada de Narváez a la entidad cordobesista presentó numerosas dificultades, por parte del Real Betis, hasta que se materializó. Mereció la pena la paciencia con la que se ejecutó todo el proceso dado el rendimiento que está ofreciendo el cafetero. Y aunque su cesión acabe el próximo 30 de junio, su futuro presenta incertidumbre, como en cualquier cesión, dado que el Real Betis se encuentra en un momento intratable peleando por la Liga Europa y un centro del campo que cuenta con Fabián, Guardado y Boudebouz.