Le tocará tirar de paciencia. El Córdoba deberá esperar hasta los últimos días del mercado veraniego de fichajes si pretende dar ese último empujoncito de calidad a la plantilla y, de paso, intentar aliviar en algo la parte económica. A pesar de los leves movimientos por parte de la entidad blanquiverde, no parece que esa mejora, en la parte atacante, llegue en las próximas horas. Aunque Albert Ferrer ha dejado más o menos claro por dónde van sus preferencias, la resolución no será fácil. El técnico catalán ha dado prácticamente los mismos minutos a Florin Andone que a Xisco Jiménez y, por otro lado, Raúl Bravo, que ha sido el penúltimo defensa en minutos disfrutados durante la pretemporada.

En todo caso, y centrándose en el caso del balear, las dos vertientes en las que se mueve su futuro tendrían que confluir. Por un lado, que la entidad blanquiverde encuentre un delantero que se ajuste completamente a los deseos de Albert Ferrer, algo que no parece que ofrezca en exceso el mercado. Y por otro, que las conversaciones por Xisco lleguen respaldadas por un montante económico que interese al Córdoba. Y, para colmo, esto último tampoco sucede. El único que ha mostrado interés más o menos claro ha sido el Real Zaragoza, aunque la disposición de la entidad mañana llega apenas al 30% de la ficha del delantero blanquiverde. Demasiado poco, teniendo en cuenta las variables explicadas anteriormente y pensando que en esos últimos días de mercado los nervios y la impaciencia afloran, lo que conlleva a un movimiento vertiginoso de contraofertas.

Aunque la ficha de Raúl Bravo representa el 50% de la del pichichi lo cierto es que lo más previsible es que el de Gandía continúe en la plantilla toda la temporada, a pesar de que Albert Ferrer parece haber dejado claro que sería, como mucho, el cuarto central y, a pesar de utilizarlo incluso de interior zurdo en los play-off de ascenso, tampoco lo ha contemplado este verano ni tan siquiera como lateral que complemente la juventud de Dani Pinillos. Pero como ha ocurrido en otras temporadas en todos los clubs de Primera y Segunda, los últimos días de agosto serán clave para desatascar esa situación o, en cualquier caso, para que obligado por dicho mercado, el club mande la señal al técnico de que la plantilla es la que es y que sea Ferrer el que aproveche los recursos puestos a su disposición. Aunque sería, lógicamente, la última opción de todas, lo cierto es que no sería absolutamente descartable que ambos siguieran en la plantilla la próxima campaña. Esos movimientos que habrá en los 11 días que quedan de mercado mandarán.