La UEFA ha optado por una solución salomónica para solucionar el partido entre Serbia y Albania de clasificación para la Eurocopa del 2016, disputado en Belgrado el pasado 14 de octubre, que se tuvo que suspender por los altercados prodiucidos tras la entrada de un dron con la bandera de la Gran Albania. El máximo organismo del fútbol europeo concede a Serbia la victoria por 3 a 0, aunque le priva de sumar los tres puntos y le obliga a disputar los dos próximos encuentros como local a puerta cerrada. Además, cada federación deberá pagar 100.000 euros de multa.

Albania ya ha manifestado su intención de apelar esa resolución. "La decisión es rara e inaceptable. La Federación Albanesa de Fútbol apelará contra esa decisión para obtener los tres puntos de la victoria", ha declarado su secretario general, Ilir Shulku. "La UEFA no ha hecho justicia, los tres puntos deberían ser para Albania. Nos los han robado, porque los merecíamos", ha dicho por su parte el entrenador de Albania, Gianni de Biasi.

El incidente ocurrió cuando un un avión no tripulado sobrevoló el terreno de juego con una bandera con un mapa de la Gran Albania, proyecto nacionalista para reunir en el mismo estado las comunidades albanesas en los Balcanes. La aparición de la bandera provocó un estallido de ira de los seguidores serbios, algunos de los cuales arrojaban bengalas de humo al césped y otros objetos. Una enorme estampida precedió a escenas de puñetazos entre jugadores y espectadores.

TENSIÓN LATENTE

La violencia exacerbada agudiza aún más las tensiones entre Serbia y Albania. Los dos países mantienen relaciones hostiles debido a las disputas históricas y recientes, como la de Kosovo, la exprovincia serbia poblada en su mayoría por albaneses, que declaró unilateralmente su independencia en febrero del 2008, y cuyo comité olímpico fue reconocido provisionamente por el COI este jueves, con lo que sus deportistas lucharán por clasificarse para los Juegos de Río del 2016.

Prueba de la tensión es que la visita a Belgrado del primer ministro de Albania, Edi Rama, programada para el miércoles y de carácter histórico por ser la primera de un líder del gobierno albanés a Serbia en 68 años, fue finalmente pospuesta al 10 de noviembre.