El presidente estadounidense, Donald Trump, reclamó hoy el mérito por la liberación de tres jugadores estadounidenses de baloncesto universitario que habían sido detenidos en China por hurto, al asegurar que gracias a él han evitado "10 años de cárcel" en el país asiático.

"¿Creen que los tres jugadores de baloncesto de UCLA dirán gracias presidente Trump? ¡Les iban a caer 10 años de cárcel!", escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.

Los tres jugadores de los Bruins, el equipo de baloncesto de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, en inglés), llegaron a última hora de este martes a esa ciudad, casi una semana después de haber sido detenidos y acusados de robar gafas de sol de diseño en una tienda de la ciudad china de Hangzhou.

Trump, que acaba de regresar de una gira de trece días por Asia, visitó Pekín poco después de que los jóvenes estadounidenses fueran detenidos, y habló del tema con el presidente chino, Xi Jinping.

"Cuando me enteré del tema, hace dos días, tuve una gran conversación con el presidente Xi", aseguró Trump este martes a los periodistas que le acompañaban en el trayecto de vuelta de su gira asiática.

"Lo que hicieron (los deportistas) fue desafortunado. Saben, estamos hablando de sentencias de prisión muy largas. (Los chinos) no se andan con juegos", agregó.

El presidente aseguró que Xi le estaba ayudando a resolver el caso y que había actuado de forma "fantástica en este asunto".

"Pero esto no es algo que debiera haber ocurrido", añadió Trump.

El caso generó atención mediática en parte porque uno de los afectados es el hermano menor de Lonzo Ball, la nueva estrella de los Angeles Lakers, que el pasado fin de semana se convirtió en el jugador más joven en la historia de la NBA en conseguir como profesional su primer "triple-doble" (dos dígitos en tres estadísticas de puntos, rebotes, tapones, asistencias o recuperaciones).

Su hermano LiAngelo Ball fue detenido junto a sus compañeros de equipo Jalen Hill y Cody Riley la semana pasada y fueron acusados de robar gafas de sol en una tienda de Louis Vuitton al lado del hotel en el que se alojaban los jugadores, que estaban de visita en China para jugar un partido.

Según el diario The Washington Post, las gafas de sol de esa tienda de Hangzhou cuestan unos 4.900 yuanes (750 dólares), y la ley china impone entre uno y dos años de cárcel a aquellos que roben bienes de un valor estimado entre los 4.000 y los 7.000 yuanes.

En una rueda de prensa tras su legada a Los Ángeles, los jugadores pidieron disculpas por sus acciones, mientras que la Universidad de California (UCLA) informó de que quedaban suspendidos de manera indefinida.

"Tendrán que ganarse su puesto de vuelta", afirmó Steve Alford, entrenador del equipo universitario de baloncesto.

Alford señaló que los jugadores no viajarán ni entrenarán con el equipo mientras se lleva a cabo una investigación sobre lo sucedido.