El cuarto partido de pretemporada, el primero con nivel del rival, dejó detalles a resaltar y por desarrollar, mientras que otros, menos buenos, suponen un buen aviso para el futuro.

Entre los primeros, aparte de la portería, hay que reseñar lo destacable realizado, sobre todo, en la primera mitad. Los de Carrión lograron durante gran parte de esos 45 minutos mantener la línea defensa alta para que las líneas estuvieran juntas y, de esta manera, poder ayudar a la presión alta que realizaban la primera y segunda línea. El Almería, ahogado, se vio obligado durante gran parte de ese primer acto a buscar lanzamientos largos, la mayoría de ellos infructuosos, o directamente, a perder el esférico.

El protagonismo de los laterales también se hizo patente en esa fase, con un Pinillos apoyando mucho a Javi Galán, lo que permitía al pacense a cortar hacia dentro y generar problemas ya dentro del área o combinando con Aguza o Caballero. Muy atentos, además, los centrales -Joao Afonso y Josema- y bastante activos Sergio Aguza y Carlos Caballero, con más trabajo sin balón para el primero. De ahí vino la desesperación del rival, que se empleó en ocasiones con excesiva dureza.

Entre lo menos positivo, la falta de gol o de finalización fiable. Es reseñable que el Almería, en la segunda parte, tuvo más ocasiones que el Córdoba en la primera, cuando los blanquiverdes habían sido superiores. Dos disparos de Guardiola y, sobre todo, uno de Javi Galán, fue el balance del Córdoba en sus mejores momentos. También en ese segundo acto se mostró el peligro en la descoordinación de esa presión o, peor, que las líneas no estén tan juntas. Ahí el rival tuvo fácil superar esa presión con algún hombre entre líneas o, directamente, a otros en banda completamente solos, lo que les facilitaba construir el juego de ataque. Además, en varias ocasiones, con un Córdoba algo desordenado. Y, enlanzando con lo anterior, el protagonismo de Stefanovic tuvo más brillo y más apariciones que el de René en el resto del encuentro. Y eso no es un buen síntoma. Tuvo el Córdoba, en definitiva, detalles positivos pero otros, no pocos, en los que aún debe trabajar.

Será más fácil con la confianza que otorga un triunfo ante un adversario como el Almería, de la misma categoría.