Está claro que un entrenador sólo puede arreglar algunos problemas de una plantilla, pero no todos. Máxime si, a pesar de toda la voluntad que aporta la juventud, la experiencia del técnico es limitada.

Luis Miguel Carrión planteó en Valencia su tercer esquema en poco más de dos meses, sin contar los cambios producidos durante la última fase de algunos encuentros. Podía reclamarse, como se hizo desde aquí, que quizá la solución para reducir (que no solventar) los problemas defensivos del equipo vendría por aumentar el número de efectivos y aprovechando que, a derecha e izquierda, se han fichado a hombres con perfil de carrileros, más que de laterales. El Córdoba continúa con las dificultades defensivas iniciadas la pasada campaña, cuando se convirtió en el sexto equipo más goleado de la categoría. Hoy por hoy, y tras un penoso trasiego por los mercados veraniego e invernal de fichajes, el drama persiste: el conjunto blanquiverde tiene la segunda defensa más goleada del campeonato. De esa manera es imposible aspirar, ni siquiera, a mantener la categoría. En Valencia recibió un gol de falta directa, otro por la falta de velocidad de uno de sus jugadores y el último reflejó los problemas del equipo en las segundas partes, otro aspecto que se arrastra desde la pasada temporada.

Pero los que son innegables son los números, que no son los de «un entrenador que triunfará en Primera», tal y como se le presentó desde el club nada más tomar posesión, un alarde que tendrá que soportar el catalán sin comerlo ni beberlo, al igual que se presentó a otro en su día como «el Molowny del Córdoba».

Las cifras son dantescas para Carrión, con dos puntos de los últimos 21 disputados y con sólo ocho sumados en los diez encuentros que ha dirigido al conjunto blanquiverde. Así, tomando los números de los entrenadores del Córdoba desde el regreso a Segunda en el 2007 y que éstos hubieran entrenado al menos nueve encuentros consecutivos al equipo cordobesista, Carrión es actualmente el cuarto peor de ellos, ya que lleva una media de 0,8 puntos por partido, cifra que no superaron José Antonio Romero en Primera (0,18), Djukic, también en Primera (0,73) y Esnáider (0,77). Superan a Carrión José González en la 08/09 (1,06), el Jémez de la primera etapa (1,16), el Oltra de la actual campaña (1,18), Alcaraz en su segunda temporada (1,23), José González en la 07/08 (1,27), Alcaraz en su primera campaña (1,31), Pablo Villa (1,36), Luna Eslava (1,37) y los cuatro mejores en índice de puntos por partido: Rafa Berges (1,43), Oltra de la pasada campaña (1,54), Ferrer (1,68) y Jémez en su segunda etapa (1,69).

Una derrota, el próximo sábado ante el Alcorcón, dejaría el índice de Carrión en el 0,72, por debajo del de Djukic en Primera y sólo mejoraría al de José Antonio Romero en Primera, de infausto recuerdo.