Interpretar la disposición táctica de un equipo de Pep Guardiola siempre ha sido un reto mayúsculo. Una hora antes del encuentro aparecen los nombres de los 11 titulares y comienza un debate interminable en la tribuna de prensa del Etihad Stadium. Cualquiera puede tener razón. Hay tres o cuatro formaciones posibles, a veces cinco, quizás seis, y la discusión solo acaba cuando empieza a rodar el balón. Entonces se aclara que ese día a Fernandinho le ha tocado jugar de central, de lateral derecho, de mediocentro o de interior.

A medida que avanzó el primer curso de Pep en Inglaterra, los enigmas fueron más fáciles de descifrar. Esta temporada, con la aparición del 3-5-2 como uno de los esquemas favoritos del preparador, ha vuelto el rompecabezas de nivel extremo. Los medios oficiales del Manchester City, con buen criterio, han optado por distribuir el once únicamente con fotografías de los titulares y prescindiendo del esquema.

Antes dibujaban un pequeño rectángulo de juego y se atrevían con la formación, que a menudo era distinta de la que acababa viéndose sobre el césped. La UEFA podría tomar nota. Este miércoles en Rotterdam colocaron a Fernandinho como defensor en una línea de tres, cuando en realidad Guardiola dispuso cuatro defensas y ubicó a su hombre más polivalente de centrocampista.

Frustrado fichaje de Evans

Stones, Otamendi y Kompany son las tres torres del City. Los centrales titulares y casi imprescindibles, porque las alternativas son el otrora descartado Mangala, el joven Adarabioyo o incluso Danilo. A última hora el club intentó el fichaje del norirlandés Jonny Evans, del West Bromwich Albion, pero no se pudo concretar su traspaso.

"No es un sistema fijo", explicó Guardiola. "El sistema no es la Bíblia. Es la calidad de los jugadores lo que marca la diferencia. Algunos días jugaremos con el 3-5-2 porque así podemos juntar mucha calidad en el centro del campo, pero otros días jugaremos con el 4-3-3".

El 3-5-2 es el sistema de moda en la Premier. Lo popularizó Antonio Conte con su Chelsea campeón y también lo utilizan Tottenham y Arsenal. Arsène Wenger fue de los últimos en adaptarlo a finales de la temporada pasada y Guardiola lo usó el año pasado contra el Celtic en la Champions League.

Mucha pierna

No es un sistema extraño para Pep. Durante su etapa en el Bayern sí lo usó, aunque no como sistema troncal sino de forma alternativa. En su primer año en Manchester, cuando alineó tres defensas, preferentemente utilizó un 3-4-3. Sin embargo, con la plantilla actual, el técnico catalán tiene mejores piezas para hacer funcionar el 3-5-2 correctamente. La principal diferencia son los potentísimos laterales. "Mendy, Danilo y Walker tienen mucha energía, mucha pierna", reflexiona Guardiola. "Llegan muy bien con tiempo y ahora nuestros atacantes saben que cuando llegan, hacen mucho daño".

Estos laterales largos, de gran fondo físico, son más ofensivos que los Zabaleta, Sagna, Clichy y Kolarov, supliendo en ataque un sistema sin extremos, y además son más solventes en defensa. Pueden cubrir mejor sus espaldas porque llegan rapidísimo a recuperar la posición.

Las capacidades atléticas de Mendy y Walker son esenciales. El francés, a su llegada, dijo que lo que más le gustaba de jugar de lateral era "dar asistencias a los delanteros". Walker, que se confesó un poco nervioso antes de empezar a entrenar con Guardiola, compensa el perfil tan ofensivo de Mendy, aunque también se incorpora con asiduidad. El recambio es Danilo, que deberá dar descanso a ambos según convenga: "Pep me ha dicho que me puede utilizar en muchas posiciones. Lateral derecho, izquierdo, incluso en el medio".

Una vida más fácil

El problema del City el año pasado fueron las resoluciones en las áreas. Con tres centrales la portería queda más protegida y con dos delanteros, Agüero y Gabriel Jesús formando tándem, los citizens son más peligrosos en el área ajena. Los principios del juego de posición de Guardiola no cambian con un sistema u otro, siempre querrá el balón, ser ofensivo y dominar el ritmo de juego, pero a juzgar por las primeras jornadas de Premier, esta nueva adaptación hace la vida más fácil al técnico. No tiene que elegir entre uno de sus puntas estrella y la salida desde atrás se facilita con un apoyo más próximo. En la liga ha utilizado el 3-5-2 en 3 de los 4 partidos disputados: Brighton, Everton y Liverpool.

El sistema quizás no pueda ser hegemónico porque Guardiola no tiene excesivos recambios ideales. La alternativa a los dos puntas titulares es Sterling, más habituado a jugar por fuera que por dentro. También están los casos de Leroy Sané y Bernardo Silva, con más opciones de entrar en el once si se juega 4-3-3. Los aficionados del City se han familiarizado con la nueva formación. Dada su solidez da la sensación que la alteración del manual llegó para quedarse.