Cambios en el banquillo, en parte de la plantilla, pero con la misma idea y dos Sergios que son líderes naturales de un equipo con el mono de trabajo puesto, difícil de batir, que explota al máximo sus armas y que conoce sus límites, algo digno de alabanza.

Un Espanyol que mantiene el espíritu combativo y que rentabiliza sus recursos deportivos al máximo. Un cóctel de experiencia, juventud y buen hacer con la cantera y el respaldo institucional y de la afición, que ha hecho que unos principios dudosos en la competición dieran paso a un saber estar, jugar y competir que han dado su fruto en puntos. De momento, el Espanyol está en la zona tranquila de la clasificación e ilusionado por otra final de Copa. A destacar el grado de compromiso que toda la plantilla ha mostrado con su club y su entrenador, que en caso de Sergio, es de nuevo cuño en los banquillos de Primera, y queda reflejado en su jugador franquicia, Sergio García, el primero en asumir el liderazgo en el césped.

Parte el Espanyol de un sistema 1-4-4-2 y aplica sus variantes en función de sus necesidades. Con Casilla en la puerta y un buen canterano en la recámara, quien ha crecido y da estabilidad y seguridad a su equipo, hay que sumarle una línea de cuatro: Javi López-Alvaro-Héctor Moreno-Fuentes, más dos jugadores, no alternativas sino igual de útiles que los anteriores, como Arbilla, polivalente y a muy buen nivel competitivo, y Colotto, experiencia por los cuatro costados. Predomina la velocidad en sus laterales, también Alvaro y la contundencia y atención defensiva en centrales que hacen aporte goleador a balón parado, tres goles hasta la fecha. Apuesta por un doble mediocentro: Cañas, Víctor Sánchez, Abraham, siendo el exbético un auténtico hombre ancla y equilibrador en esa parcela. Dota de más libertad en la llegada y el juego de ataque a Víctor, y en la distribución Abraham, así sus bandas, no exentas de trabajo, proporcionan velocidad, desequilibrio y pase, si hablamos de jugadores como Lucas por la derecha y Montañés por la contraria, salvo que esta parcela sea ocupada por Salva Sevilla, quien tiende a ocupar zonas más centradas. Hombre con buen trato de balón, pausa y último pase. Sus tres avanzados le dan al equipo diferentes alternativas y versatilidad, con Sergio lo tienen todo, desde juego entre líneas, velocidad, último pase y gol. Es el verdadero alma máter de este equipo, el flaco Stuani puede jugar en banda o ser un incordio en el área y Caicedo es la potencia en los últimos metros, entre los tres se reparten la cifra de 26 goles.

En definitiva, un equipo muy competitivo, lleno de ilusión, compromiso y trabajo, que vuelve a mirar un año más a su cantera, y que persigue pasar de la treintena de puntos esta jornada para acercarse a su objetivo, así como ganar en autoestima para su próxima eliminatoria copera.

En conversación telefónica, un cordobés y cordobesista de pro, como El Tronco Rubén Cuesta, que anda haciendo patria "allende los mares", me comentaba sobre el partido: "Míster, en estos encuentros, hasta el rabo todo es toro y hay que salir a lidiarlo con respeto pero sin miedo".