Le valdrá al Córdoba con ganar los dos partidos que le quedan para meterse en la promoción como mal menor para salvar la temporada de un equipo que era aspirante al ascenso «sí o sí»? Los números dicen que no. La clasificación señala que el conjunto blanquiverde, aunque lograse un final de temporada digno de enmarcar, podría quedarse fuera de esa fase de ascenso a Primera División, a la que no llegaría, casi con total seguridad si suma una derrota en los dos partidos que le quedan. Solo quedaría aferrarse a los enfrentamientos directos y apelar a la suerte.

Pero una cosa básica de los números es que el primero va antes que el segundo. Y, así, para poder aspitar al play-off, primero tendrá que imponerse en el Iberostar a un Mallorca que necesita casi que más que el Córdoba los tres puntos para no complicarse en la última jornada y dejar encarrilada una salvación que incluso puede sellar esta tarde si se dan los resultados adecuados para los intereses bermellones. Y para evitar adulterar la competición, habrá horario unificado: todos los partidos se jugarán a las 20.00.

Está en apuros el Mallorca y poco mejor le va al Córdoba. Después de lograr la mejor primera vuelta en los 61 años de historia del club, llegando a situarse en lo más alto de la clasificación, los de José Luis Oltra dilapidaron su ventaja con un arranque de la segunda vuelta lo suficientemente flojo como para que se llegase incluso a cuestionar el cargo del entrenador.

Ahora el Córdoba vuelve a tener mejor cara: 13 de 21. En Huesca cortó la mala racha de cinco partidos sin ganar, ante el Girona volvió a vencer en El Arcángel. Tuvo el pinchazo de Oviedo, aunque realizó un buen partido, y el desastre ante el Llagostera, cuando debió ir ganando 0-2 en 15 minutos y, finalmente, terminó perdiendo. Ahora, el Córdoba busca su tercer triunfo consecutivo para seguir soñando con la promoción.

EL ADIÓS DE LA ESTRELLA

Será el último partido de la temporada para Florin Andone con la camiseta del Córdoba. O puede que el último de su vida, como él mismo dijo. «El destino no se puede controlar». Mañana tiene que estar en Rumanía y confiar en que Anghel Iordanescu fuese de farol y que finalmente lo incluya en la lista de seleccionados para la Eurocopa de Francia. A partir de ahí... «el destino no se puede controlar», pero no parece que vaya a cumplir el tiempo firmado en enero. Está en el escaparate, como máximo goleador y un jugador puro pundonor, y lo querrán muchos equipos.

Llegó para jugar en el filial, como apuntó González; no era Van Basten, como le dijo Djukic; pero despide la temporada siendo un ídolo del cordobesismo: cinco goles en Primera y 20 --de momento-- en Segunda. Solo una espina: no haberse podido marchar con el equipo mejor posicionado.

SIN XISCO, SASA O CABALLERO

El otro protagonista es el que está siendo su compañero de ataque, Xisco Jiménez. El delantero balear no podrá estar frente a su exequipo por molestias musculares. No parece grave, pero sí una lesión bastante inoportuna. Lo normal es que Sasa Markovic ocupe la mediapunta. El serbio ha dado mejores actuaciones volcado en ataque que en el doble pivote. La otra opción sería Caballero. Precisamente, por delante de la defensa está la otra duda en el once que saltará en Son Moix. Luso busca pareja de baile. Oltra tendrá que decantarse por Eddy Silvestre, que llega con molestias en el tobillo, o dar continuidad a Víctor Pérez tras su reaparición en la goleada de Anduva tras tres meses sin competir.

CENTENARIO BERMELLÓN

No hubo paciencia en la isla. El exblanquiverde Albert Ferrer fue destituido en la jornada 15 por los malos resultados del Mallorca. Llegó Sarver como máximo accionista y se reforzó el conjunto ahora dirigido por Fernando Vázquez. Ahora en la isla se tienen que conformar con la salvación. Será una fiesta que Florin Andone intentará aguar para despedirse por la puerta grande y a soñar.