La versión más sólida del Tenerife se aprovechó de la inocencia de un Barcelona B sin ideas (0-3) que no pudo estrenarse con victoria en el Miniestadi, donde pagó caros los errores cometidos en el primer tiempo, cuando el equipo insular dejó el partido encarrilado.

El equipo entrenado por Pep Lluís Martí sumó el pleno de victorias y se confirmó en Barcelona como el primer líder en solitario de Segunda División tras los tantos de Juan Villar (min. 29), Suso, de penalti (min. 39), y el revulsivo Longo (min. 69).

Se estrenaba el Barça B en el Miniestadi con confianza después de sumar una victoria de prestigio en su debut ante el Valladolid. Empezaron mejor los de Gerard, controlando el partido a través de la posesión del balón con un inspirado Aleñá como jugador más desequilibrante en la medular.

El Tenerife, bien posicionado en el repliegue, no sufría en defensa debido a la poca profundidad de los extremos azulgranas y esperaba su momento para encontrar el camino del gol en alguna contra.

El tanto de los visitantes llegó cuando menos lo esperaban los locales. Tuvieron suficiente los de Pep Lluís Martí en aprovecharse de un error infantil de Sarsanedas en la salida del balón para abrir la lata.

Robó un atento Juan Carlos el esférico para trazar una asistencia vertical a Juan Villar, quien telegrafió un disparo ajustado al palo derecho de la portería defendida por Varo (0-1, min.29).

No se recuperaron del golpe los locales y el cuadro insular, con su fútbol vertical, empezó a estirar las líneas y a generar más peligro.

Así fue como en un centro impreciso de Suso al área Fali derribó con el brazo a Juan Villar cuando buscaba rematar el balón con la cabeza.

Un penalti inocente que el colegiado no dudó en pitar y que Suso transformó con un disparo raso ajustado al palo derecho (0-2, min.39).

Antes del descanso, con el filial azulgrana buscando reducir ventajas a la desesperada, Villar tuvo el tercero en una contra conducida por Suso. Esta vez Varo pudo atrapar el balón y evitar que el naufragio de su equipo fuera todavía mayor.

Tras la reanudación, el Barça B seguía noqueado, mientras su rival esperaba cualquier error para sentenciar el encuentro. A punto estuvo de conseguirlo Villar que, tras superar con velocidad a Fali, se plantó ante el guardameta azulgrana que, atento, desvió el balón con los pies.

La sentencia llegó en el minuto 69, cuando Longo, que jugaba su primer partido en el Tenerife, se aprovechaba de la pasividad de Fali para anotar a placer desde el interior del área una precisa asistencia de Suso en una transición rápida.

Con el partido sentenciado, Gerard apostó por una defensa de tres centrales, que dio todavía más aire al Tenerife. Así, se multiplicaron las ocasiones del equipo visitante, pero el cuarto tanto nunca llegó en un encuentro en que los isleño demostraron porque son uno de los candidatos al ascenso.