Era la noche de la celebración por el ascenso. La grada estaba fascinada por el espectáculo pirotécnico desplegado en El Arcángel. Los sentimientos estaban a flor de piel. Albert Ferrer tomó el micrófono y agradeció al cuerpo técnico al que él mismo había relevado el esfuerzo para lograr devolver al Córdoba a la máxima categoría. Entonces la grada se arrancó. Primero fue el fondo sur. Después todo el estadio cantaba al unísono aquello de "illa, illa, illa. Villa, maravilla".

La carrera de Pablo Villa como entrenador ha sido meteórica. Quizás demasiado, denotando en no pocas ocasiones su falta de experiencia. Después de colgar las botas en un desconocido Trival Valderas, se sacó el título de entrenador y se puso manos a la obra con las categorías inferiores del Alcorcón, su municipio natal. En apenas una temporada fue llamado para el Córdoba B por Carlos González para relevar a un Rafa Berges que subía al primer equipo. Cumplió con creces el exdelantero cordobesista, que en su debut como técnico de un equipo sénior logró meter al filial blanquiverde en la fase de ascenso. Aunque quedó apeado en la segunda ronda, Villa subió al primer equipo para reemplazar a un muy perdido Juan Eduardo Esnáider.

No le fue del todo mal en sus inicios como entrenador en el fútbol profesional y mantuvo al equipo si no en promoción, muy cerca, aunque también es cierto que la igualdad en la categoría era máxima. Hasta navidad. Ahí el equipo pareció perder rumbo y un recién llegado Pedro Cordero le comunicó el cese al alcorconero.

Y así llegó este verano a Nervión de la mano de Unai Emery, con el que mantenía una relación personal, como quedó patente en el amistoso de la pasada temporada ante el conjunto hispalense. Ahora es ayudante del técnico guipuzcuano. En tres temporadas ha pasado de los campos de césped artificial de la Tercera a buscar la reválida del título de la Liga Europa para el Sevilla.

Exjugadores en el campo

Hasta cuatro cordobesistas han defendido la camiseta sevillista. El primero fue Abel Gómez, que se forjó en el Ramón Cisneros con el filial sevillista. El que también se formó en el Sevilla Atlético y llegó a debutar con el primer equipo fue Deivid que, finalmente, no se verá con sus excompañeros al caerse de la lista de Ferrer. Tampoco estará otro exsevillista como José Carlos, que pasó hasta cinco temporadas entre el filial hispalense y el primer equipo.

Para los anales del sevillismo queda la jugada del ahora cordobesista con más posibilidad de saltar al terreno de juego hoy. Crespo recibió un codazo del entonces madridista Diarrá y necesitó hasta 19 tornillos para reparar la rotura de nariz y mandíbula.