Un tímido saludo con la mano derecha a los veinte metros de bajarse del autobús, justo antes de entrar en las cocheras de El Arcángel, fue lo que desplegó Cristiano Ronaldo a las decenas de seguidores que agolpados junto a una barandilla le gritaban, la mayoría piropos.

Fueron los únicos que recibió el portugués en la tarde de ayer porque ya dentro del césped, cada vez que entraba en juego, era abucheado. No fue su día. Un lanzamiento de falta a la grada, otro a la barrera, poco más. Ni siquiera tuvo visión para efectuar un saque de banda, incluso con el balón en las manos y la postu- ra adoptada, optó por cedérselo a Marcelo.

No fue la tarde de Ronaldo, que conforme pasaban los minutos se iba desesperando. Desatinado con balón, sin recursos, el mejor jugador del mundo del 2014 mostró su carácter más agrio y polémico, con una patada a Edimar que le costó la expulsión. No se lo pensó el colegiado, Hernández Hernández, que corrió hacia él con la tarjeta roja en la mano. No acabó ahí la ira de Ronaldo, que tam- bién dio un manotazo a Crespo cuando este fue a recriminarle su acción.

El actual Balón de Oro se marchó del campo a cámara lenta, pese a que su equipo aún empataba, en medio de una tremenda pitada. Antes de abandonar el terreno, el portugués se tocó el escudo de la camiseta, como si estuviera sacándole brillo. Pasó junto a Ancelotti y este le despidió con un ligero toque en el pecho.

Disculpas por Twitter

Minutos después de que concluyera el partido, el 7 del Madrid pidió perdón a través de su Twitter. “Pido disculpas a todos y especialmente a Edimar pormi acto irreflexivo en el parti- do de hoy”, fue el mensaje que lanzó a las redes sociales.

Quizá Ronaldo, o quienes le asesoraron, estaban pensando en los partidos que podían caerle por el Comité, aunque el acta del árbitro no habla de agresión, sino de “una patada a un adversario sin estar el balón a distancia de ser jugado”.

No apareció el portugués por la zona mixta de El Arcángel. Sus compañeros que sí lo hicieron optaron por la prudencia. “Estaba fastidiado porque nadie quiere dejar a su equipo con diez, pero no le damos más vueltas. Nos vamos con los tres puntos y todos arropamos a Cris en un día en que nadie ha estado a la altura del partido”, declaró Casillas, un discurso que también repitieron Bale y Ancelotti: “No he visto nada, no he hablado con él y no puedo juzgarlo”.