Si el acto hubiera sido el miércoles, al día siguiente de la gran catástrofe de París, se habría cancelado. Pero el disgusto empieza a estar asumido y digerido, lo que conduce a la siguiente reacción: el deseo de reparar el desastre. "Es un lindo desafío", dice Luis Suárez sobre una remontada del 4-0 al PSG que sería antológica. Por el volumen de goles que se necesitan y porque nadie lo consiguió antes en la Champions.

"Si queremos quedar en la historia de este club tenemos que dar la vuelta a la eliminatoria", considera el delantero uruguayo, que ha participado en la clausura del proyecto Relats Solidaris por el que se ha promovido la venta de un libro benéfico para recaudar fondos que ayuden a combatir la PKU, una enfermedad minoritaria. La recaudación ha ascendido a 54.710 euros.

ILUSIÓN POR LA PROEZA

"Somos uno de los pocos equipos que podemos revertir esta situación", ha insistido Suárez, ilusionándose con la proeza: "Si marcamos dos goles en 20 minutos o en los primeros 45 minutos, puede cambiar todo".

Y esa ilusión es lo que moverá al equipo, que trata de dejar atrás cuando antes la pesadilla y las consecuencias que ha provocado. "Culpables somos todos", ha dicho, respondiendo a las acusaciones a Luis Enrique como el máximo responsable de la derrota. "Con él también disfrutamos", ha recordado, en alusión a los títulos conquistados, 8 de los 10 últimos.