Juega Luis Suárez menos minutos que Cristiano Ronaldo. Juega menos, remata mucho menos, pero también marca más goles: 20-19. Y, además, remata mucho mejor, con tanta precisión y fiabilidad que es capaz el uruguayo de ser mucho más decisivo ante los grandes que la estrella del Madrid, debilitada porque el 84% de sus goles en la Liga han sido a equipos que andan por las penumbras de la tabla, malviviendo en los siete últimos lugares, con la soga al cuello. Suárezse hace mirar y tiene una brillante vida propia pese a estar rodeado de dos figuras planetarias como Messi (el mejor del mundo, dueño de cinco Balones de Oro, prodigio nunca visto) y de Neymar(destinado a ser algún día el mejor). Cristiano, en cambio, es discutido en su casa, donde se añora más a Bale, castigado por esos sóleos de cristal, y se siente también empequeñecido al descubrir que Benzema es ahora más valioso que él.

PROMEDIO ESPECTACULAR

Esta semana, Cristiano recibió el Pichichi de la pasada temporada como máximo goleador con sus 48 tantos en 35 partidos. «Dejénlo ahí, solo cambien la fecha», bromeó el madridista en la gala del diario Marca, que concede anualmente ese prestigioso galardón. Seguro estaba el delantero portugués de que nadie podrá quitarle ese trofeo. Pero, de momento, él ya no manda. Es Suárez, el Pichichi. Un Pichichi de verdad

De verdad por su promedio (20 goles en 21 partidos ya que descansó en el banquillo ante Levante, en la ida, y Villarreal) y porque el valor de sus tantos se mide, sobre todo, por los rivales a los que ha fulminado en su primera temporada completa con el Barça. Ocho goles ha conseguido Suárez ante los seis primeros clasificados de la Liga, mientras que Cristiano se ha quedado seco. El Pichichi de la pasada temporada ha logrado 16 de sus 19 goles ante los siete últimos del campeonato. Y la mitad de ellos (8) los firmó al Espanyol en dos partidos. Con Benítez, con el que nunca congenió, o con Zidane, que no para de mimarle con palabras, gestos y acciones, Cristiano no anda fino.

Suárez, en cambio, encadenó una racha de siete jornadas consecutivas marcando en las que sumó 10 goles. Y ahora, como demostró con su decisivo tanto al Atlético que valió el triunfo, está siendo tan capital en su producción ofensiva que está por delante de todos, incluido Messi (dos meses de baja por lesión) yNeymar. Cristiano es ahora un goleador refugiado en el Bernabéu.

180 MINUTOS, 7 REMATES, 0 GOLES

Se siente tan incómodo que ni siquiera el efecto ilusionante de la llegada de Zizou le ha permitido mejorar. No marca lejos del estadio blanco desde el pasado 29 de noviembre en Eibar. Y en los dos últimos partidos, ya con el técnico francés (Betis y Granada),Cristiano ha realizado siete disparos y solo uno fue a puerta. 180 minutos, 0 goles. «Me quedaré un par de años más aquí y, después, a ver qué pasa en el futuro», dijo Cristiano, empeñado en dejar su «huella» en la Liga española por mucho que el Madrid esté intentando convencer a Neymar para que abandone el Camp Nou o mire aLewandoswki, el goleador del Bayern de Múnich.

LA CONEXIÓN DEL TRIDENTE

A Suárez, sin embargo, le ha costado tanto llegar al Camp Nou que no hay quien lo mueva. Por muchas ofertas que tenga, y tiene y tendrá para regresar a Inglaterra, vive en el paraíso del Barça, conectado futbolísticamente con Messi, convertido en uno de sus mejores amigos, y con Neymar, transformado en uno de sus mejores socios. Y el nueve, que vivía solo en el Ajax, Liverpool o Uruguay, se siente más arropado que nunca.

Está feliz y su fútbol irradia también esa felicidad, mientras Luis Enrique no para, y con razón, de llenarle de elogios. «Es un asesino del área, su espíritu es contagioso», subraya el técnico del Barça. Suárez, que se ha colado en el pulso que mantenían Messi y Ronaldo por el Pichichi en los últimos años, es el nueve que no tenía el Barça desde la marcha de Etoo, desposeido de su traje cuando Guardiola inventó a Messi de falso nueve. Se fueLeo a la banda derecha y un nueve de toda la vida ha dado aún más tranquilidad al Barça.