A Jahlil Okafor, pívot de los Sixers de Philadelphia, sumar ante los Celtics la 26ª derrota consecutiva (llevan ocho meses sin ganar, a un partido de firmar la peor racha de la historia de la NBA y de todas las grandes ligas estadounidenses) no le quitó las ganas de salir de copas por Boston. Quizá se arrepintió después, cuando acabó inmerso en una pelea callejera y tuvo la mala suerte de ser grabado.

El pívot, de 19 años, escuchó al salir del local cómo le gritaban: "Los Sixers dan asco". El jugador no estuvo de acuerdo con la afirmación y se encaró con el grupo en cuestión. Sorprendentemente y pese a los 2,11 metros que mide Okafor, quienes profirieron el grito no se amedrentaron y la cosa acabó a golpes. Uno de ellos se llevó un empujón que le sacó de la zona y otro quedó KO tras un puñetazo.