En general, caras serias durante la sesión de entrenamiento de ayer en una ciudad deportiva cuyos campos continúan sin dar señales de vida. Lo más reseñable del entrenamiento a las órdenes de Juan Merino estuvo en las ausencias o, concretamente, en los jugadores que entrenaron aparte del grupo. Hasta cuatro futbolistas blanquiverdes no estuvieron a lo que dispusiera el linense debido a diferentes molestias físicas. El ya consabido Jaime Romero, que se retiró a los 13 minutos del encuentro contra la Cultural Leonesa, y tres hombres de la defensa: Caro, Josema y Fernández. Por lo tanto, Juan Merino sólo dispuso, como hombres defensivos, de Loureiro, Joao Afonso y Dani Pinillos. Hoy será una jornada importante, a sólo tres días del importante encuentro del próximo sábado, en el que los blanquiverdes han de visitar al líder, Huesca, que tendrá importantes ausencias en el encuentro: Cucho Hernández, Vadillo y Barreiro.

SASA MARKOVIC / Después de la sesión de entrenamiento pasó por sala de prensa Sasa Markovic. La primera comparecencia del serbio ante los medios de comunicación desde su llegada, hace dos años y medio, debido a la política de comunicación llevada por el Córdoba hasta ahora. El centrocampista blanquiverde reconoció que «entiendo a la gente, pero es momento de estar unidos», y asumió, junto a todo el vestuario la responsabilidad, descargando incluso al cuerpo técnico de culpa. Para Markovic «la culpa es toda de los jugadores; ni entrenadores, ni de nadie», afirmó de manera rotunda. Para el serbio, lo único que falta «es una victoria para coger confianza y salir de la zona roja». En clave más reciente, Markovic se refirió a los dos últimos encuentros del conjunto blanquiverde, en el que fue incapaz de sumar tres puntos ante dos rivales en inferioridad numérica. «El vestuario está un poco triste», reconoció el serbio, «porque teníamos dos victorias y al final empatamos», por lo que «tenemos dos puntos y no seis. El vestuario quiere trabajar mucho más y salir» de los puestos de descenso a Segunda B. Es más, el propio Markovic reconoció que «en Sevilla pudimos perder, porque Pawel tuvo una parada al final» que pudo suponer la derrota para el conjunto que dirige Juan Merino. Un Merino con el que «estamos más juntitos», comentó el serbio, que recalcó que «el vestuario no ha tenido ningún problema ni con Carrión, ni con Oltra» porque «está siempre con todos los entrenadores». En cualquier caso, para Markovic «pudimos ganar contra el Numancia y contra la Cultural».

A pesar de que «el Huesca va primero y nosotros últimos», el futbolista blanquiverde aseguró que el próximo sábado, el equipo viaja a El Alcoraz con la intención de «conseguir los tres puntos, coger confianza y salir de la zona roja».

El serbio desveló que habla habitualmente con el exblanquiverde Luso Delgado, hoy en las filas del Huesca, al que llegó el pasado verano firmando por dos temporadas y que pelea el puesto con Aguilera. «Hablo con Luso mucho porque es un buen amigo y compañero. Estuvimos dos años juntos», recordó el jugador del Córdoba. «Con él todo va bien. Me ha dicho que está contento, pero tabién triste por cómo está el Córdoba, en la zona de abajo de la tabla». Una situación de complicada salida con la visita que ha de girar el Córdoba el sábado a un líder en racha, aunque con sensibles bajas. Un buen partido allí con algún punto en la vuelta significaría ese empujoncito que reclama el propio vestuario.