El Barça luchará este domingo por su novena Champions. Los azulgranas se han impuesto al Kielce de Polonia en la primera semifinal de la final four de Colonia (33-28). Las paradas de Saric y los latigazos de Lazarov y Karabatic han decantado la balanza. Los hombres de Xavi Pascual se jugarán el título con el Veszprem húngaro, comandado en el banquillo el exmiembro del dream team Antonio Carlos Ortega y en la pista por el excapitán azulgrana Laszlo Nagy. que dio la sorpresa al derrotar al Kiel (27-31). De esta manera Colonia, que desde que en el 2010 se convirtió en la sede la de la final four ha visto como cuatro de los cinco títulos se quedaban en Alemania, dejará de ser un fortín alemán

Los azulgranas, que ha ganado cinco títulos esta temporada y podrían igualar el siete de siete del 'dream team' si ganan la Champions y la Copa, ha salido muy centrados. Rutenka, pese a estar tocado, ha aportado su granito de arena. Y es que nadie quería perderse la gran cita anual del balonmano. Julen Aginagalde, el mejor pívot del mundo y el principal argumento ofensivo del Kielce, ha jugado pese a los problemas físicos que arrastraba que le hacían cojear ostensiblemente.

Ventaja al contragolpe

Pese al daño que hacía Aginagalde a la defensa azulgrana, los pupilos de Pasqui han sabido sacar petróleo de esta situación en ataque. Gracias a las rápidas contras han abierto la primera brecha en ataque (8-4), obligando a Talant Dujshebaev a pedir tiempo muerto. Pero el partido no se iba a romper tan fácilmente. Pese a tener más problemas para ante el ataque estático rival, el Barça se ha marchado al descanso con dos goles de ventaja (16-14).

Aginagalde se ha roto a los 20 minutos y ya no ha jugado en toda la segunda mitad. Pese a ello, el Kielce ha aguantado el pulso y ha llegado a igualar el marcador 26-26. Pero entonces ha emergido la figura de Saric, que solo ha encajado dos goles en el último cuarto de hora. Sus paradas unidas a los zambombazos de Lazarov y Karabatic han abierto las puertas de la final