Luis Miguel Carrión, entrenador del Córdoba, se plantea cambios en ataque para mejorar el rendimiento ofensivo del equipo y mejorar las cifras goleadoras.

El Córdoba lleva más de dos meses sin marcar dos o más goles en un partido (fue en la jornada 29, ante el Zaragoza en El Arcángel), y pese al gol de la victoria de Rodri el pasado sábado ante el Reus, todo apunta a que el soriano volverá a quedarse en el banquillo.

JULI APUNTA AL ONCE

El interior alcoyano ya probó en los entrenamientos de la semana pasada como titular, partiendo desde la banda derecha, pero unas molestias en la sesión del viernes le relegaron nuevamente al banquillo.

Juli, que fue una pieza clave del Córdoba, no ha vuelto a recuperar la titularidad desde su lesión en Tarragona, y parece que tendrá una oportunidad en Cádiz (el sábado a las 21:00 horas).

Carrión ha ensayado con un tridente de ataque formado por el alcoyano en la derecha, Javi Galán en la izquierda y Piovaccari arriba, con unas pruebas tácticas totalmente pensadas para abrir la defensa del Cádiz.

La presencia del canterano se antoja esencial, ya que a día de hoy es el único jugador del equipo con capacidad para encarar y marcharse de su par, el único con desequilibrio en el ataque del Córdoba.

Piovaccari, por su parte, recuperó la titularidad ante el Reus, y aunque no anotó demostró una intensidad e implicación vitales para el equipo, llevándose siempre a uno o dos centrales consigo, bajando balones y abriendo huecos para los jugadores de segunda línea.

VARIANTES TÁCTICAS

Pese al gol que anotó Rodri, no parece que vaya a recuperar la camiseta de titular, o al menos eso apunta a tenor de lo ensayado en el entrenamiento de ayer Carrión. El barcelonés probó con Juli y Javi Galán por detrás de Pío, pero con una variante táctica no vista en las últimas semanas.

Más que extremos, puede decirse que Galán y Juli ensayaron como interiores, que partiendo desde los costados rápidamente se metían hacia el centro en desmarques de ruptura cuando el balón lo recibía el mediocentro.

La labor de creación y de último pase siempre la tuvieron Aguza o Javi Lara, que buscaron en todo momento las incorporaciones de Antoñito y Bíttolo, que tenían la orden de centrar al corazón del área en cuanto tuviesen hueco para hacerlo.

Por tanto, más que un cambio ofensivo en cuanto a situar a un segundo delantero o adelantar las líneas, la variante es de disposición de los hombres de ataque. Carrión, conocedor de que el Cádiz tiene en sus velocísimos extremos Salvi y Álvaro a dos puñales con pase y gol, considera que la mejor manera de pararlos es subir a los laterales, a los que constantemente pidió que se incorporasen al ataque.

De este modo, los extremos amarillos deberían bajar a socorrer a sus laterales, y las entradas de Juli y Galán por el centro apoyarían las segundas oportunidades y los rechaces, así como los pases interiores a las espaldas de los mediocentros gaditanos.

¿DOS DELANTEROS?

Pese a que es una idea que le ronda la cabeza, Carrión no se plantea de momento sacar a dos delanteros, aunque es una opción que podría elegir ahora que el equipo se ha liberado de bajas en la zona de ataque.

Con la recuperación de Piovaccari y ahora de Juli, y la presencia de Alfaro o Markovic, que fueron titulares en Getafe, amén de Rodri, que por fin rompió su sequía goleadora con su vital tanto al Reus, el técnico barcelonés dispone de más variantes para probar cosas nuevas en ataque.

De hecho, ayer volvió a probar con Pedro Ríos de carrilero, tal como acabó el partido ante el Reus, por lo que no sería de extrañar incluso una vuelta al 5-3-2, aunque fuese circunstancial, para defender un resultado a favor (por ejemplo, tras un 0-1 en el Carranza).

Respecto al entrenamiento en sí, cabe destacar que nuevamente estuvo ausente Héctor Rodas. Sus problemas de rodilla amenazan con dejarle en el dique seco lo que queda de temporada. Tampoco estuvo Cisma, baja de larga duración, ni Caballero, por problemas personales.