Tras la derrota ayer del Nàstic ante el Reus, el Córdoba evitó caer en puestos de descenso, aunque actualmente se coloca solo un punto por encima de los tarraconenses, que con 41 marcan el límite de la zona roja.

El calendario que tiene por delante el Córdoba es además de todo menos sencillo, por lo que las alarmas están ya sonando y no cesarán, probablemente, hasta que no acabe la temporada. Tras el empate cosechado el domingo ante el Mirandés, con el gol de Urko Vera en el descuento, que heló la sangre de El Arcángel, el equipo califal afronta los seis últimos partidos de la temporada ante rivales de entidad.

Entre ellos dos equipos que se encuentran metidos en puestos de play-off de ascenso (Getafe y Cádiz), uno situado en ascenso directo (Girona), otro séptimo y en la pelea por el play-off (Oviedo), el Rayo Vallecano, con una gran racha en las últimas jornadas, y quizás el más sencillo a priori, el Reus, pero cuyas cifras tienen trampa.

EL GETAFE, GRAN LOCAL

El equipo dirigido por José Bordalás es el tercer mejor local de la Segunda División, con 37 puntos, y solo ha perdido un partido en el Coliseum Alfonso Pérez, por lo que la visita del Córdoba el próximo domingo será, cuanto menos, complicada para los de Carrión. Más si cabe cuando en los seis últimos partidos el Getafe no conoce la derrota, con una racha de 14 de 18 puntos posibles.

REUS, PELIGROSO VISITANTE

El equipo catalán encadena una segunda vuelta nefasta. Ha ganado solo dos partidos de 14 posibles, la mayoría de ellos empates. Sin embargo, el próximo visitante de El Arcángel es un rival peligroso. El Reus es el tercer mejor equipo fuera de casa, con 24 puntos, y lo demostró ayer al vencer al Nàstic con un gol en el descuento.

Si el Córdoba se fía, puede acabar sufriendo ante un equipo, el rojinegro, que atesora la curiosa estadística de ser el menos goleado de Segunda, tanto en los datos globales como en los partidos fuera de casa.

EL CÁDIZ LEVANTA EL VUELO

Los amarillos encadenaron cinco partidos seguidos sin vencer y pusieron en peligro el puesto en play-off que han mantenido casi toda la temporada. Una victoria la semana pasada en el campo del Alcorcón les permitió coger aire y colocarse nuevamente cuartos.

El Cádiz es el sexto mejor local de la categoría, y solo ha encajado 12 goles en 18 partidos disputados allí. Un campo difícil el que visitará el Córdoba en la jornada 39ª.

LA VISITA OVETENSE

Se ha desinflado el equipo asturiano en las últimas semanas, con solo uno de los últimos nueve puntos disputados. Su derrota el pasado fin de semana en el estadio del Levante sacó al Oviedo de los puestos de play-off. La sexta plaza, ahora en posesión del Huesca, es el objetivo de los ovetenses, que tratarán de sacar algo positivo del Arcángel en la jornada 40ª.

El Oviedo cuenta sus cuatro últimos encuentros a domicilio por derrotas y su visita es, probablemente, el partido en que más esperanzas tendrá puestas el Córdoba para amarrar una victoria. Los asturianos han perdido 11 de sus 18 partidos a domicilio.

VALLECAS ES OTRA HISTORIA

Desde febrero no pierde el Rayo Vallecano en su estadio, y hasta la derrota que ayer cosechó en su visita a Huesca llevaba seis partidos sin conocer la derrota y 14 de 18 puntos posibles. Pese al traspiés de ayer, sigue atesorando buenas cifras como local: 31 puntos y solo tres partidos perdidos, un campo sin duda difícil para la penúltima jornada.

¿UN GIRONA ASCENDIDO?

Todos los aficionados cordobesistas rezan para que en el último partido del año el Girona llegue ya con el ascenso en el bolsillo. Los catalanes son el segundo mejor visitante de Segunda, y si se juegan el ascenso directo en El Arcángel en la jornada 42ª, las expectativas no son buenas para el Córdoba.

Un calendario durísimo el que tiene el Córdoba por delante, que tal vez tenga en un posible descalabro de uno de los rivales por la permanencia (¿El Elche tal vez, que tras su derrota ante el Almería cesó a Toril y ha confiado para la emergencia en un entrenador de la casa?), que se caiga por completo y apenas sume, su mejor opción para salvarse. Y es que a la vista de la temporada que llevamos y de lo que queda por delante, confiar en las posibilidades propias del Córdoba parece, cuanto menos, arriesgado.