"Sí, ayer (por el sábado) estaba muy cabreado, ya me viste". Tras la clasificación no se perdonaba haber cometido, en la Q2, "un error de novato" al irse largo en la curva 14. Solo los grandes tipos, los pilotos de talento que confían en sus posibilidades, hablan así, se comportan así, como el piloto español Carlos Sainz. Le había fastidiado porque en la Q-1 había completado una vuelta primorosa, que le convirtió en el cuarto más rápido. "¿Lo viste? ¡Cuarto! Ahí, junto a los Ferrari, con un Toro Rosso. Fue increíble porque te demuestra que hay velocidad".

Sí, Sainz tiene la velocidad, pero también la inteligencia. En la mañana del domingo ya había archivado, en algún lugar de su cabeza, todo lo sucedido. "Ahora solo pienso en la carrera, en la estrategia, en los coches que tengo que adelantar, en mi velocidad punta, en hacer una buena salida...", manifestó.

Lo calculó todo, y completó una carrera impecable. Salía nueve posiciones por detrás de su compañero y finalizó justo por detrás, del 15º al 8º puesto, de nuevo en los puntos, como en Australia, sorteando las dificultades. "Creo que ha sido una carrera aún más perfecta que la de Melbourne. Estoy contentísimo, creo que es una de las mejores carreras de mi vida y con este calor...". También se había preparado para el calor, en una concentración de triatletas en Tailandia encabezada por Jenson Button, corriendo el circuito bajo un sol abrasador los días previos.

Superó el calor y una estrategia en contra. Después de una salida fulgurante, Carletes se situó detrás de Max Verstappen cuando el coche de seguridad entró en pista en la vuelta 3. "A nosotros, nos iban mejor tres paradas, pero él iba delante y lo llamaron primero. Yo preferí ir a dos paradas para no tener que esperar en el box y perder tiempo".

Sainz tuvo que mimar sus ruedas bajo un calor asfixiante y mantener la cabeza fría para no entrar en peleas. "He tenido que dejar pasar a Max porque, de lo contrario, nos hubiesen cogido los Red Bull y, obviamente, queríamos quedar por delante de ellos. Así que, el equipo me ha pedido que le dejase pasar".

Sí, los dos jovencitos finalizaron por delante de los dos Red Bull, pintando la cara al primer equipo con dos pilotos que suman 37 años. La estrategia jugó en contra de Carletes, y aun así remontó siete posiciones, hasta el octavo, justo por detrás de su compañero, al que hubiese batido con un pelín de suerte. De todas formas, no habría podido ir mucho más allá. "Obviamente, Williams, Ferrari y Mercedes están en otra liga, pero séptimos creo que habría sido la posición ideal si hubiésemos salido más adelante", concluyo este chico que tiene entusiasmado al paddock.