La española Ruth Beitia, campeona mundial de altura, estará el sábado por sexta vez en la final de unos campeonatos del mundo tras superar hoy la primera ronda con una marca de 1,92 metros, como todas las demás finalistas. Con 38 años, la saltadora cántabra afrontaba sus octavos campeonatos del mundo «por primera vez sin saber lo que va a pasar» después de «cuatro meses horrorosos» de lesiones y contratiempos.

Empezó a saltar en 1,80, altura que superó a la primera, lo mismo que 1,85 y 1,89. Se pedían 1,94, precisamente su mejor marca de este año al aire libre (en sala saltó 1,98). Tuvo que agotar los tres intentos para superar 1,92, pero esa marca fue suficiente. Sólo doce pudieron con ella y todas estarán en la final mañana.

Repetir aquí su victoria de la final olímpica de Río resulta «algo increíble» para Ruth, que apunta como indiscutible favorita a la rusa Maria Lasitskene. En el plano técnico, Beitia ha vuelto a la salida de parado con nueve pasos de aproximación a la batida, y se siente «más cómoda». «Las últimas semanas he conseguido entrar más rápida al listón y acortar las últimas tres zancadas». Beitia busca otro éxito en el estadio donde empezó todo.