El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell defendió ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz la legalidad de los contratos del fichaje del delantero brasileño Neymar da Silva, por el que, según dijo, el club pagó 57,1 millones de euros. Según explicaron a Efe fuentes jurídicas, Rosell, que declaró como imputado por supuesta apropiación indebida durante unas tres horas, explicó al juez que él se limitó a firmar los contratos que le dieron de los servicios jurídicos del club porque se fiaba de ellos y que, según ha asegurado, estaban bien hechos. Sostiene que el traspaso de Neymar costó 57,1 millones al Barcelona: 17,1 millones para el club brasileño en el que jugaba, el Santos, por los derechos federativos, y 40 millones para la empresa N&N, propiedad del padre del jugador, que tiene en exclusiva sus derechos de imagen.

El expresidente del Barcelona quiso distinguir los 57,1 millones que costó el fichaje por los derechos económicos del jugador y el resto de dinero que se pagó por otra serie de contratos, que tienen, dijo, sustantividad propia. El FC Barcelona detalló en su día que la operación total ascendió a varias decenas de millones más contando otros conceptos como 7,9 millones por un derecho de tanteo sobre varias promesas del Santos, 4 millones para N&N; 2,5 millones para la Fundación Neymar y otros 2 millones para N&N por la búsqueda de jóvenes talentos en Brasil.

En declaraciones a los medios a su salida de la Audiencia, el abogado del querellante, Felipe Izquierdo, explicó que Rosell declaró que no leía la letra pequeña de los contratos, pero que luego, a raíz de la investigación judicial, los repasó y le parece que están muy bien elaborados.

Rosell está imputado por un delito de apropiación indebida en el fichaje, calificado por la Fiscalía como de "ingeniería jurídica", lo que provocó su dimisión al frente del club. Ayer también declaró el representante legal del Barcelona, Antonio Rossich, que compareció por el delito fiscal imputado al club por un presunto fraude a Hacienda de 9,1 millones en el fichaje. El club depositó el 25 de febrero 13,5 millones para saldar cualquier posible deuda tributaria, un pago que tanto Rosell como Rossich han dicho que se hizo por prudencia y cuyo desglose este último ha prometido que se hará en un documento que presentará ante el juez Ruz.

El juez y el fiscal del caso, José Perals, preguntaron a Rosell por la decena de diferentes contratos suscritos entre el Barcelona y Neymar, entre ellos uno de 4 millones de euros firmado con N&N. Según las fuentes del club, este contrato tenía como objetivo que N&N promocionara en Brasil la imagen de Neymar como jugador del Barcelona y tanto Rosell como Rossich estaban de acuerdo con firmarlo y eran conscientes de que suponía un riesgo comercial. El padre de Neymar usó parte de ese dinero para instalar una oficina en Barcelona. Izquierdo ha criticado que el contrato tenía una cláusula que garantizaba el pago de los 4 millones aunque N&N no consiguiera ningún resultado.