"¿Qué?¿Salimos a jugar?", bromeó Novak Djokovic a Roberto Bautista mientras le abrazaba en la escalera que da acceso a los vestuarios de los jugadores en Roland Garros. La organización del torneo había anunciado a las 13.30 que se había decidido suspender la jornada en su totalidad por la lluvia. El número 1 mundial debía jugar el partido de cuartos de final contra el castellonense en el segundo turno de la central Philippe Chatrier y acababa de saber la suspensión de la jornada. Por primera vez desde el 30 de mayo del 2000, las malas condiciones meteorológicas obligaban a anular una jornada entera.

Poco antes del anuncio, el caos era palpable viendo el movimiento de jugadores, entrenadores, mánagers, buscando información del cambio del programa y las pistas donde decían se iba a jugar. Serena Williams se había quejado de la falta de información. La estadounidense estaba en el hotel, en el centro de París, y no sabía cuándo jugaba. Carla Suárez, en un hotel más próximo, se presentó porque a su entrenador, Xavi Budó, le habían dicho que iba a jugar en el segundo turno, inmediatamente después del partido de Marcel Granollers contra el austriaco Dominic Thiem. El servicio de meteo había previsto que se abría una ventana de buen tiempo que permitiría jugar y la organización quería aprovecharla.

PÉRDIDAS DE 100 MILLONES

En juego estaban las más de 28.000 entradas vendidas para el lunes. Si se podía jugar una hora al menos, solo había que devolver el 50% del precio de la localidad a los espectadores que estaban en las gradas, bajo paraguas o en los pasillos esperando, de lo contrario habría que pagar la totalidad o cambiar la entrada por otra igual para la edición del 2017. Un mal negocio para el torneo a pesar de que tiene un seguro que cubre una situación así. "Las pérdidas de hoy serán de unos 100 millones de euros, seguro. No son solo las entradas. Es la publicidad, las televisiones....¿Qué les dices a 210 países?¿Que llueve y no se puede jugar? Se van a reir", explicaba Ion Tiriac, propietario del Masters 1.000 de Madrid.

Tiriac no quería responsabilizar a la organización, pero cuestionaba la situación que vive Roland Garros desde hace tiempo. "Hace 20 años que les digo que deberían cubrir la pista. En Madrid me escucharon y tenemos algo que no tienen en el resto del mundo (tres pistas cubiertas). Hay una cosa en este país que se llama democracia -insistía el exentrenador de Boris Becker-. La inventaron hace dos siglos cuando la Comuna de París [en realidad se refería a la Revolución francesa de 1871]. Pero hoy hay 10 personas que están a medio kilómetro de acá que dicen no al techo. El Gobierno ha dicho sí; la ciudad, también, la Federación tiene la plata, pero los otros dicen: ¡No! Demasiado alto 18 metros, a mí me molesta. No lo ven, pero les molesta. Así que ya veremos qué pasa y si contruyen o no la pista cubierta porque los franceses son los más democráticos que hay en este mundo. En mi libro no está esta palabra", afirmaba enojado Tiriac.

UNICO GRAN SLAM SIN TECHO

Roland Garros es el único torneo del Grand Slam que aún no ha construido una pista cubierta. El Abierto de Australia ya tiene tres pistas. Flushing Meadows ha estrenado este año el techo de la central Arthur Ashe y Wimbledon le pondrá techo a su segunda central. La federación francesa tiene previsto inaugurarla en el 2020, con una profunda reforma de las instalaciones. Este año han empezado las obras en sus terrenos, pero las han tenido que interrumpir en la ampliación prevista y aprobada por el ayuntamiento de una tercera central con 5.000 localidades en los jardines de Serres d'Auteil, impugnada por los propietarios del barrio y los grupos ecologistas.

Tiriac insistía en la incongruencia de esa situación. "Hay una cosa que se llama interés nacional. Y si hay una autopista que debe pasar por un sitio, te expropian el terreno y si es tuyo te indemnizan. Si no estás contento puedes ir a los tribunales y, si ganas, te pagan diez veces más, pero la autopista se construye. París gana con Roland Garros un mínimo de 400 millones de euros, directos y mucho más en indirectos. Decídme, a parte del Tour de Francia, aunque las bicicletas son distintas al tenis, que otra competición tan grande hay en Francia como Roland Garros. No la hay. El interés es nacional".

Roland Garros lleva tiempo luchando en los tribunales y modificando planes para conseguir un permiso definitivo. En un momento incluso se planteó marcharse a unos terrenos en Versalles o cerca deEurodisney en busca de un plan B. La lluvia que ha obligado a suspender la jornada y pone en peligro, si continúa, la semana, será un problema para el torneo, pero también es una demostración de cara a conseguir la renovación de la instalación. "No podemos quedarnos atrás", decía el presidente de la federación francesa de tenis, Jean Gachassin. Por si acaso, ayer los oganizadores del torneo repitieron el tuit en el que hace unos días se fotografiaron los principales jugadores pidiendo el cambio de Roland Garros.