Tras encuentros consecutivos sin sumar los tres puntos y el Córdoba, fuera de los puestos de ascenso y viendo como se le escapa a dos partidos el líder, el Alavés, a quien no hace tanto le disputaba el puesto.

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Bronca generalizada de José Luis Oltra a los suyos que, cabizbajos, aguantaron el chaparrón como pudieron. "Una maratón tiene 42 kilómetros", repetía el técnico, que pedía que no hubiese relajación y reiteraba su total confianza en la plantilla.

Cuando terminó la arenga, Xisco, Deivid y Raúl de Tomás se marcharon para el estadio. La intención de Fidel era irse con ellos, pero el técnico le dedicó un aparte en el que le dejó claro que no le gustó su partido y, pareció entender, que el cambio hubiese sido el onubense de no ser porque De Tomás tenía molestias.

Entrenamiento flojo, habitual de pos partido, pero con competitividad. Tras unos rondos --el objetivo es la presión--, Florin le recriminó a Pedro Ríos que no se moviese. Parecía la típica broma de Florin sin más, pero el jerezano le respondió (sin maldad), el segundo de Oltra también intervino para darle la razón al veterano y Florin empezó a recriminarle a Pedro Ríos que no corre en los partidos. Ese comentario, obviamente, no le sentó bien al jerezano, aunque supo templar los nervios. Intervino Héctor Rodas para recriminarle su actitud al rumano, que también tuvo para el valenciano. En fin, algo inusual en esta plantilla --a la que no se le quería traer ningún refuerzo para no enturbiar el buen ambiente en el vestuario--, pero nada que no arregle un triunfo ante el Zaragoza.