El pasado es una herramienta útil para dejar a un lado la ardua tarea de sobrevivir al día a día. Los buenos momentos vividos en épocas anteriores muestran la añoranza de un tiempo al que, en más de una ocasión, gustaría volver. Pero como dice el tópico, el pasado es pasado y hay que afrontar el presente con energía.

Esta realidad también es equiparable al deporte y en concreto, al Cajasur Deportivo Córdoba. En el 1996 se creó la sección femenina de este club con varias jugadoras del Arycresa, que llegó a proclamarse campeón de España nueve años antes. Ya en el 1999 el Cajasur Deportivo se quedó íntegramente con el conjunto de féminas y una década más tarde, llegarían sus mayores logros proclamándose campeón de Liga en Primera dos temporadas consecutivas. Al final, en el 2012 el club se vio obligado a darse de baja en la categoría debido a problemas económicos con las instituciones. Tras dos temporadas en Primera Nacional, el cuadro cajista afronta su segunda temporada en Segunda con el reto de consolidarse tras un mal comienzo. «Nos hemos enfrentado a equipos de arriba con numerosas bajas y hemos tenido que tirar del provincial y el cadete», apunta su presidente y entrenador Rafael Pablo García Ayllón. En la pasada jornada consiguieron su segunda victoria y poco a poco, se está recomponiendo su plantilla con las recuperaciones de Paula, Esther, Lua o Noe.

Pero el camino tiene obstáculos. «Debemos apostar por entrenamientos de alto nivel para potenciar así la calidad de nuestras jugadoras», insiste Ayllón. Por otra parte, este club cuenta con la primera escuela femenina de Córdoba. Una fábrica de talento que ante una delicada situación económica es el mejor recurso para seguir creciendo. «Tenemos muchas esperanzas en las jugadoras que estamos formando», sentencia el mandatario cajista. Son tiempos complicados para este histórico que quiere volver por sus fueros, pero «todos somos una piña». Con unión y trabajo, los retos se solventan.