Lucena CF: Javi López (5); Borja Romero (5), Luque (4), Rafa Villanueva (6), Santacruz (6); Sergio Torres (6), Poley (4); Chirri (6), Maxi Sepúlveda (4), Araujo (6); Pedro Beda (7).

Sustituciones: José Manuel (6) por Borja Romero (min. 46), Domingo (5) por Maxi Sepúlveda (min. 63) y Sarmiento (5) por Poley (min. 64).

CP Cacereño: Vargas (5); Palero (5), Toni (6), Gonzalo (5), Salva (5); Elías Molina (4), Medina (6); Valverde (5), Teo Tirado (4), Elías (4); Plata (6).

Sustituciones: Gallego (4) por Medina (min. 51), Soto (4) por Teo Tirado (min. 66) y Piojo (4) por Palero (min. 78).

Árbitro: Fernández Brito, del colegio tinerfeño. Mostró tarjetas amarillas a los lucentinistas Borja Romero, Pedro Beda y Luque en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 61 así como a los cacereños Vargas, Palero, Toni, Salva, Gallego, Piojo y Elías por dos veces, con lo que también vio la roja en el minuto 69.

Goles: 0-1 Min. 44 Medina. 1-1 Min. 53 Pedro Beda. 2-1 Min. 58 José Manuel. 3-1 Min. 74 Pedro Beda de penalti.

Incidencias: Estadio Ciudad de Lucena. Alrededor de 800 espectadores en partido correspondiente a la 5ª jornada de liga del grupo IV de Segunda B.

Hasta el momento, el Lucena se había adelantado en el marcador siempre en las cuatro primeras jornadas, pero en tres de ellas se había dejado remontar o igualar. En esta ocasión, la situación se invirtió completamente, toda vez que el Cacereño inauguró el electónico al filo del descanso, lo que obligó a los pupilos de Juan Arsenal a un gran sacrificio para plasmar la espectacular remontada en la segunda mitad.

Todo ello en un duelo de equipos necesitados, que demostraron muchas carencias sobre el terreno de juego, hasta el punto de que los aficionados se aburrieron de lo lindo en los primeros 45 minutos en los que el equipo lucentinista tan solo inquietó al cancerbero Vargas en dos centros por la derecha de Borja Romero y Chirri, que no cristalizaron en gol el argentino Maxi Sepúlveda con todo el portal para él y el propio lateral Borja, si bien en este caso su cabezazo dentro del área pequeña fue desviado por el portero visitante a córner cuando se vislumbraba el gol.

En cambio, el Cacereño de Aitor Bidaurrázaga, que podría tener las horas contadas en el club tras la llegada del nuevo director general, Herminio Menéndez, gozó de máxima efectividad, puesto que en el minuto 43 llegó por primera vez a los dominios de Javi López con una excelente jugada individual desde la línea medular de Elías, que acabó en saque de esquina tras una milagrosa intervención del ex guardameta del Villarrobledo. Sin embargo, a renglón seguido se fraguaba el 0-1 con un remate de cabeza del veterano Medina en el segundo palo tras un buen centro desde la izquierda de Toni.

Este gol suponía un mazazo para los intereses celestes, de manera que Arsenal decidió dejar en la caseta al lateral derecho Borja Romero e introdujo al atacante José Manuel en el interior izquierdo, posición en la que Araujo había tenido una gris actuación en el primer tiempo.

Curiosamente el portugués realizó una segunda parte memorable como lateral derecho, de manera que fue uno de los grandes artífices de la remontada con dos precisas asistencias por su banda, que ejecutaron en gol en el segundo palo de la misma manera por Pedro Beda y José Manuel.

En tan solo 5 minutos se había producido el milagro de la vuelta al marcador, pero la situación se iba a complicar para el Lucena con la ingenua expulsión del debutante Luque en el minuto 61, que después fue compensada con la salida del terreno de juego del extremeño Elías por el mismo motivo ocho minutos más tarde.

Con la entrada al campo de dos veteranos ilustres como Sarmiento y Domingo el Lucena ganó en seriedad táctica, pero el Cacereño pudo igualar la contienda con un remate a bocajarro de Plata, que despejó brillantemente Javi López. Minutos después, los locales a la contra sentenciaron la victoria con un claro penalti sobre el incisivo Chirri, que convirtió en el definitivo 3-1 el mejor jugador del partido, el brasileño Pedro Beda.

En la recta final, el peor Cacereño de los últimos años intentó, más con el corazón que con la cabeza, volver a meterse en el encuentro, pero sin recursos físicos ni aptitudes ofensivas apenas incomodó a la expeditiva defensa lucentinista.