"El problema es que la F-1 se ha convertido en una democracia, y a mí no me gustan las democracias, no para dirigir la F-1". La frase es de Bernie Ecclestone, que ha vuelto a tomar la iniciativa en el 'paddock' de Sochi, donde este fin de semana se celebra el GP de Rusia, para liderar un acuerdo entre motoristas y equipos que evite la salida del campeonato de toda la estructura Red Bull.

El principal problema es la casi rotura de relaciones entre el equipo austríaco de Dieter Matesnichitz y el motorista Renault. Después de años de éxitos de esa asociación con cuatro títulos mundiales (2010-2013), los dirigentes de Red Bull han cargado contra el rendimiento del motor Renault en estas dos ultimas temporadas, hasta el punto que Renault ha decido dejar de suministrarles motores y volver al campeonato como constructor comprando el actual equipo Lotus, la misma sede y estructura de equipo con la que fue campeón en 2005 y 2006 con Fernando Alonso como piloto.

En Red Bull creían que Mercedes o Ferrari les proporcionarían motores, pero las dos grandes escuderías del momento no quieren alimentar a un poderoso rival (siguen siendo de los mejores construyendo chasis y a nivel aerodinámico) que les puede disputar el título. Mercedes les dijo que no desde el primer momento —"No es buena idea ofrecer nuestros mejores motores a un rival directo", señaló Toto Wolff, jefe de Mercedes— y Ferrari les ha hecho una oferta: Sí a los motores, pero a los de la actual temporada 2015, no a las evoluciones del 2016. Esa solución sirve a la estructura Red Bull para su segundo equipo, Toro Rosso, donde milita el español Carlos Sainz. "El acuerdo está prácticamente cerrado y ya estamos trabajando en el coche del año que viene pensando el el motor Ferrari", dicen desde el seno de Toro Rosso. "El motor Ferrari, aunque sea del 2015, será mejor que el Renault", añaden.

Pero el problema sigue siendo para Red Bull. "No puedo obligar a nadie a que sirvan motores, y además, hay una regulación para que los motoristas solo sirvan propulsores a tres equipos", asegura Ecclestone, que no para de hablar con Mercedes, Ferrari y Red Bull, saliendo de un hospitality y volviendo a otro. “Mercedes ha hecho un acuerdo con Manor, a pesar de que Red Bull había preguntado antes por un motor, pero sospecho que si les daban un motor entonces les podrían vencer", apunta Ecclestone ratificando la idea de Wolff de no servir motores a un rival directo (motorizarán a Wllliams, Force India y Manor, su cupo)

Red Bull baraja ahora varias opciones. La primera es aceptar los motores Ferrari del año anterior, la segunda es seguir con Renault, y la tercera sería llegar a un acuerdo con Honda. En este caso es muy probable que Red Bull se retirara como equipo y cediera las estructura a su director Christian Horner, como equipo Arden, el mismo que ya compite en GP2 y GP3, y todo mientras Dieter Matesnichtz no para de amenazar con que retira al equipo si no puede conseguir un motor competitivo