Era chiquita cuando Lourdes empezó en la escuela municipal de Vista Alegre, de la mano de Amparo Díaz, a pintarse y a dar sus primeros brincos en el tapiz. Como recuerda Marisol Lozano, presidenta del club Liceo-Córdoba, “en una exhibición, Lola Ruano se percató de que esa niña tenía aptitudes idóneas para la gimnasia, entonces hablamos con sus padres e ingresó en el club. A partir de ahí, ha entrenado con varías técnicos, Lola Ruano, Pilar de la Cuesta e Inmaculada Márquez, que venía desde Huelva y la preparó para su entrada en la selección”.
Con la cantidad de niñas que pasan por la rítmica es muy difícil destacar, pero Lourdes tenía algo especial. "Desde pequeña ya tenía algo. Llenaba la pista cuando salía al tapiz, su tesón, esfuerzo, dedicación plena en los entrenamientos y todos estos años de trabajo fuera de su casa y lejos de su familia han dado sus frutos y la recompensa de esta merecida medalla".
"Vimos que esa pequeña tenía algo diferente al resto, destacaba sobre las demás", destaca su entrenadora Lola Ruano
Y es que la gimnasia rítmica es un deporte muy precoz que hace que una gimnasta con veintipocos ya sea veterana. Entró a formar parte del Plan de Captación de Talentos Deportivos de la Federación Andaluza de Gimnasia y entró a formar parte del conjunto júnior. Su primera concentración se celebró en Alicante y, a partir de ahí, con tan solo 12 añitos, comenzó a formar parte del equipo nacional. "Su marcha a Madrid fue emocionante, sabíamos que había llegado a lo más que puede aspirar una gimnasta: formar parte de la selección. Aunque ha sufrido mucho, porque todo esto es muy duro. Lourdes es fuerte y muy muy luchadora, así lo ha demostrado a lo largo de todos estos años", recuerda su Lola Ruano.
Y si todos los niños sueñan con ser Cristiano o Messi, en Vista Alegre el ídolo de las pequeñas tiene acento cordobés. Porque Lourdes es la estrella del tapiz. "Ella se hace querer, es muy cariñosa con las pequeñas y con todas sus compañeras del club, para las canteranas es un referente y motivación para los entrenamientos", dice la presidenta del club. Así que ayer tocaba el entrenamiento post medalla de la estrella, con lo que "fue genial, las niñas como locas. Han entrenado a tope( jajajaja)"
"Las pequeñas entre ellas decían: vamos a entrenar mucho para poder ser como Lourdes"
En Río estaba la presidenta del Liceo, acompañando a sus padres y a su hermano, sus más fieles seguidores, aunque a ella le gusta pensar que tiene a otros en el cielo, sus abuelos, los que la guiaron en esa final olímpica. "Es inenarrable. Nervios, pasión en la grada empujando al equipo, todo el mundo llorando de la emoción, una experiencia única", asegura Lozano, que también estuvo acompañada por Inma Márquez, la que fue una de sus entrenadoras.
"Es a lo máximo que puede aspirar un deportista y ella se lo merecía por todo lo que ha trabajado para estar allí. También me acordé de su familia, como estarían viviendo allí ese momento. Un trocito de esa medalla es suya", dice Ruano.
Ni Ruano ni Lozano se mojan sobre si a Lourdes le queda otro ciclo olímpico, si llegará a Ríos, pero ambas coinciden en que el pabellón de Vista Alegre tendría que pasar a llamarse Lourdes Mohedano, un referente para la rítmica española y cordobesa, el modelo a seguir por su tesón y esfuerzo y un ejemplo para las más pequeñas.
