Victoria trabajada y sufrida de los blancos ante un Eibar que plantó cara de principio a fin y llegó a poner en aprietos a los hombres de Benítez. El intenso arranque de los locales se sumó al titubeo inicial del Madrid para generar una vistosa primera mitad, con ocasiones para ambos bandos y protagonismo para los respectivos guardametas. En el intercambio de golpes, rondando el descanso, Bale se alzó entre los defensores del Eibar para cabecear un centro preciso de Modric y adelantar al Madrid en Ipurua. Los vascos estiraron líneas tras el descanso pero se toparon una vez tras otra con la zaga blanca. Cristiano Ronaldo sentenció el igualado choque al transformar un penalti cometido sobre Lucas Vázquez en la recta final del encuentro y el Madrid cortó al fin la racha de derrotas en Liga.