El Real Madrid recuperó el liderato de la Liga respondiendo a la presión del Barcelona con un triunfo sufrido en El Sadar ante Osasuna, con claves como el error inicial de Zidane con posterior modificación táctica, el papel salvador de Keylor Navas o la reivindicación de Isco.

Error y rectificación

Bien por el respeto a El Sadar o como ensayo para la eliminatoria europea ante el Nápoles, Zidane sorprendió a todos con su disposición táctica.

En casa del colista comenzó con tres centrales y dos laterales de largo recorrido. Fue un error y desfiguró al Real Madrid en la primera mitad. Con pocos efectivos de medio campo hacia adelante, quedó a expensas de un rival que llegó a creerse la machada.

La lesión de Danilo invitó al cambio al técnico francés, que vio como con la inclusión de un centrocampista más su equipo recuperó la identidad, se adueñó de la posesión y acabó asestando dos golpes decisivos al partido para conquistar el triunfo. En Sevilla el planteamiento de cinco defensas le dio orden, aunque le restó pegada y acabó en derrota. En Pamplona dejó las peores sensaciones.

El papel salvador de Keylor

Hasta siete intervenciones realizó el portero costarricense, dos de mucho mérito y salvadoras para el Real Madrid. Tienen más valor en una semana en la que los rumores se convierten en noticia con la búsqueda de un guardameta para la próxima temporada. En la duda general por no recuperar su gran nivel tras la operación del pasado verano, Keylor se creció y volvió a ser decisivo.

Reivindicación de Isco

En un partido duro en el que le tocó correr más para atrás que hacia adelante, Isco se vació en labores defensivas, puso criterio en la construcción del juego y acabó rematando su gran partido con un gol clave que abrió el partido. Apareció con calidad desde la segunda línea para llevarse un balón muerto, meter un cambio de ritmo en espacio corto y definir a la perfección con su disparo cruzado ajustado al poste. Vive en el alambre de forma continua, sin la continuidad necesaria para sentirse importante y con su futuro en el aire. Nada le afectó para volver a brillar con luz propia y guiar al Madrid a la victoria.

Llega el miércoles Nápoles en una gran línea y una eliminatoria que exigirá una mejor versión del Real Madrid. El aspecto físico, después de trece días sin competir, será clave.