El Real Madrid afronta el final de curso y un mes decisivo con un juego dubitativo y poco brillante pero que, de momento, es efectivo y presenta buenos resultados a base de récords que sostienen las opciones blancas de ganar la Liga y la Liga de Campeones.

Abril será el verdadero termómetro que medirá hasta dónde pueden llegar los hombres de Zinedine Zidane. En Liga, se enfrentarán a Leganés, Atlético, Sporting, Barcelona, Deportivo y Valencia, mientras que se verá las caras con el Bayern Múnich en cuartos de final de la Liga de Campeones. Es la hora de la verdad para el cuadro madridista.

El último encuentro frente al Alavés sacó a relucir el buen momento de forma de Isco Alarcón y las ganas y el acierto de Karim Benzema. Pero no hubo mucho más. Algún jugador no cumplió como suele hacerlo habitualmente.

Fue el caso de Luka Modric, que firmó un encuentro lleno de fallos y con un aparente desgaste físico provocado, seguramente, por los partidos internacionales. Cristiano Ronaldo tampoco estuvo a su nivel, Gareth Bale no consigue reencontrarse y otros, como Danilo, mantuvieron su línea errática de la temporada.

Sin embargo, el análisis global del grupo fue más preocupante. Hasta el minuto 80, cuando el Real Madrid explotó para pasar del peligroso 1-0 al contundente 3-0, mostró un juego gris frente a un equipo que no fue demasiado atrevido y desaprovechó una oportunidad de oro de puntuar en el Bernabéu.

El Real Madrid no funcionó en conjunto. Cumplió, pero sin más. Jugó con fuego y, aunque no se quemó, ante envites de más enjundia como los que tiene que afrontar en el futuro podría darse un batacazo.

Aún así, Zidane puede estar contento. El Real Madrid acumula cifras impresionantes en varios aspectos y, si las mantiene, podría llegar lejos. Algunas, poco a poco, van creciendo según pasan los partidos y frente al Alavés tres de ellas engordaron.

La primera, con el gol de Nacho Fernández. El defensa del Real Madrid ya marcó un golazo en la Copa del Rey, pero su tanto al Alavés fue el primero que conseguía en Liga. Con su diana, toda la plantilla salvo Dani Carvajal, Fabio Coentrao y los porteros ha celebrado un gol en el torneo de la regularidad.

En total, de los 21 jugadores de campo que tiene la plantilla del Real Madrid, 19 han marcado. De este modo, igualó su propio récord que estableció en el curso 1995/96, cuando tenía una plantilla más amplia en la que el mismo número de futbolistas celebraron en alguna ocasión un gol.

También, al marcar frente al Alavés, el Real Madrid llegó a una cifra redonda de partidos consecutivos viendo portería: 50. Desde el 30 de abril de 2016, a lo largo de 11 meses, ha conseguido 135 goles con una media de 2,7 por partido.

Si el cuadro merengue mantiene esa tendencia, podría acercarse al registro del Bayern Múnich, que entre el 16 de marzo de 2013 y el 5 de abril de 2014 sumó 61 partidos marcando.

En esa vorágine goleadora, sobresalió también Karim Benzema. El delantero francés abrió el marcador ante el Alavés y consiguió marcar a los 31 rivales a los que se ha enfrentado en la Liga.

Sólo Luis Aragonés consiguió hacer algo semejante y Hugo Sánchez fue un poco más allá celebrando goles ante 33 rivales contra los que jugó.

Si Benzema marca al Leganés, sumará otro equipo más a su nómina particular. Cristiano está en una situación similar. Si logra celebrar un gol frente al conjunto madrileño, habrá conseguido marcar a los 32 equipos a los que se ha enfrentado.

Con un juego irregular, el Real Madrid se mantiene en pie. Está vivo en dos competiciones, aún puede conseguir un doblete y las dudas que a veces genera su estilo no han conseguido evitar que el equipo de Zidane siga sumando récords.