¿Quién ha ganado el coche? Era la pregunta repetida ayer en la mensajería de los móviles e incluso en las redes sociales. Una semana de polémica, levantada en su día por la denuncia de Facua, en torno al sorteo del coche fantástico que patrocinaba el Córdoba y sobre el que no se sabía nada en los últimos tres meses. El club corrió a decir que «la semana que viene» sería el sorteo y, por más que intentara de revestir de seriedad su afirmación, no hubo manera. Rápidamente dijo que publicaría el acta notarial en lo que finalmente parecía más un simple certificado, sin fecha y con la sensación de haberse hecho con la urgencia de arreglar un entuerto.

Así, el coche fantástico se ha tornado en un dolor de cabeza. Al menos, durante una semana, por lo que no se espera que aparezca ningún Michael Knight para recoger el automóvil y relevar a su Kitt. De hecho, el prototipo de éste era el Karr, que terminó convirtiéndose en uno de los malvados de la serie, por mor de unos celos mecánicos. Las cosas de las series de los 80.

Karr era el acrónimo de Knight Automated Roving Robot, o robot rodante automatizado Knight, una máquina que hacía todo menos el desayuno del protagonista.

El nombre de ese héroe (¡algo gratis del club!) es también desconocido, como lo era Michael Knight. Lo ha escondido el propio club que, como siempre, parece estar cómodo en la polémica y responde a Facua con un «pues por molestar, ahora no lo digo, ea» y dice que lo hará sobre el césped en el encuentro contra el Rayo. Las cosas del Córdoba de ahora. El González Automated Roving Robot busca quien lo conduzca. Cuidado ese día con el césped del estadio, que no está para virguerías.