Se acerca poco a poco el inicio de Liga y Albert Ferrer va enseñando sus cartas. Una de ellas no ha tenido más remedio que mostrarla en los cuatro primeros partidos de pretemporada al no tener a Havenaar y Xisco al cien por cien. El hecho de no contar ayer con el balear (por molestias físicas según el club), y también por haber hoy otro nuevo choque preparatorio, hizo que el técnico sacara un as de debajo de su manga. Un as que puede ser la seña de identidad de este equipo durante toda la temporada. Y es que ha sido llegar Borja García al Córdoba y poder contar con él. El catalán sacó un once sin un nueve nato. Al más puro estilo Barça, el Córdoba de ayer empleó a cuatro jugones (Fede Cartabia, Borja, Fidel y Matos; un ataque perfectamente titular en Liga) por delante de los dos mediocentros. Es lo que le gusta a Ferrer. Y es lo que podrá verse en gran parte de la temporada. Eso, además, aderezado de la subida de los laterales por banda, ya que los bajitos se juntaron por dentro y dejaron las bandas con espacios.

El primer examen con nueve mentiroso no fue de mucha nota. ¿Los motivos? La posesión del balón fue más del Lucena. ¿Por qué? Porque el Córdoba llegó siempre tarde a la presión cuando el rival sacaba la pelota y dejó mucha distancia entre líneas y el Lucena, sobre todo pasando la media hora de juego realizó un par de contras peligrosas con mucha rapidez. Eso sí, cuando se enlazaban y combinaban bien los pases de los blanquiverdes (ayer de grana) crearon algo de peligro, pero no todo lo requerido para un equipo de Primera ante otro de Segunda B. Así llegó un disparo de Borja García a los 15 minutos y así llegaron algunos centros desde la banda izquierda. Y de lo que pudo ser el 1-0 en el 39' con una genialidad en velocidad de Cartabia se pasó al 0-1. A los 39 minutos, Campabadal y Fede realizaron una doble pared, pero el argentino no definió bien. Inmediatamente después, Deivid y Bouzón no se entendieron bien y propiciaron que Chirri diera un pase de la muerte para que Narváez marcara, previa parada de Saizar a bocajarro.

No convencía el Córdoba y Ferrer cambió tras el descanso a todo el equipo. A todos menos a Borja, que lo pasó a la banda derecha (hasta que lo cambió en el 64', dando entrada de nuevo a Fede Cartabia, que había disputado toda la primera parte). Las caras nuevas, con los jugadores de la cantera Fran Serrano, Sebas y Juanfran tampoco cambiaron la condecoración del partido. Sí que se vio al equipo de Ferrer con las líneas más adelantadas. Presionó más arriba y Adri y Abel tuvieron más presencia abarcando mucho campo. Pero las ocasiones no llegaban y el Lucena se aferró a la solidez defensiva para desquiciar a los cordobesistas que no encontraban ni una sola vía de escape. Y ahí también entró en escena el buen trabajo que está realizando el Lucena en su lavado de cara. Tiene una plantilla que sabe (o supo ayer) cómo jugar en cada momento. Arsenal manejó bien el ritmo del partido. Imprimió velocidad a su equipo en la primera parte quitándole el balón a un equipo que estaba confeccionado para tenerlo y que sufre (y sufrirá) si el rival le gana ese concepto técnico-táctico. Mientras, los lucentinos en la segunda mitad imprimieron carácter defensivo mezclado con dosis de velocidad arriba y les salió bien.

- Ficha técnica:

0 - Córdoba CF: Saizar, Campabadal, Iago Bouzón, Deivid, Pinillos, López Garai, Rossi, Fede Cartabia, Borja García, Fidel y Ryder Matos. También jugaron tras el descanso Íñigo López, Gunino, Raúl Bravo, Fran Serrano, López Silva, Adri Cuevas, Juanfran y Sebas.

1 - Lucena CF: Javi López, Chía, Santacruz, Domingo, Borja Romero, Sarmiento, Sergio Torres, Chirri, Narváez, José Manuel y Pepe Díaz. También jugaron tras el descanso Poley, Maxi, Araujo, Pedro Beda, Ruano, Vega y Erik.

Árbitro: Moreno Muñoz, del Comité Andaluz, que amonestó al cordobesista Deivid y al lucentinista Chirri.

Gol: 0-1, m. 42: David Narváez.

Incidencias: Quinto partido de pretemporada del Córdoba CF y séptimo del Lucena, conjunto del grupo IV de Segunda B, disputado a beneficio del Antequera en el Estadio El Maulí ante unos 1.000 espectadores.