Si hay un acto insustancial, en esto del negocio del fútbol, es el de la presentación oficial de un futbolista. Al menos, de la mayoría. Baste como ejemplo que Florin Andone, el traspaso récord del Córdoba en toda su historia --4,7 millones del ala por el 70% de su pase-- nunca fue presentado oficialmente como jugador del Córdoba o del filial. «Si hicieran como en Primera, en el estadio y regalando balones, como Gameiro y otros, quizás», me comentaba hace unos días un amigo sobre este asunto, «pero en un pueblo o en el Palacio de Viana...».

Tradicionalmente, lo interesante para la prensa no es tanto lo que diga el protagonista, que se agarrará a todo tipo de tópicos: «orgullo de vestir la camiseta», «prefiero ascender aunque yo no marque» o «me hacía mucha ilusión venir a un club tan grande», sea éste el Córdoba, el Barcelona o la Arandina. Pero generalmente, el teórico protagonista del acto va acompañado de un secundario de peso, interesante, que igual tiene hasta una entrevista. Pero como este diálogo --y otros-- han pasado a mejor vida, se busca la rueda de prensa de presentación oficial de algún futbolista para intentar hablar con ese secundario de lujo. En el caso del Córdoba, ayer, era Emilio Vega que, desde luego, tiene una entrevista. O, al menos, intentar preguntarle por el mercado fetén, el de verano. Que ya sabemos qué opina del otro, el de enero, que «está para quitarle problemas a otros clubs». Ayer se intentó hasta en tres ocasiones. El puente era Ana Sánchez, la nueva directora de Comunicación y Márketing de la entidad blanquiverde. Más de márketing que de comunicación, porque el primer compañero que lo intentó casi ni terminó la pregunta. Agua. Una segunda acometida también resultó infructuosa y, ya en la tercera, otro compañero se le acercó con un:

-Ana, que...

-No.

El rebote del periodista era notable, no sólo por la negativa, sino porque ni le dejaron hacer la petición.

Así, con una decena de aficionados sentados en el Salón de los Tapices del Palacio de Viana, Piovaccari destacó el «calor» que hace en Córdoba, «mucho calor», desveló que su mujer es de Sabadell --de ahí que estuviera entrenando con los de la Nova Creu Alta-- y que de la ciudad conoce poco, pero quiere ir descubriéndola y visitar «la Mesquilla». También, que estuvo en el equipo de AFE Italia, con el que jugó algún amistoso y que, lógicamente, está aún bastante corto de preparación, aunque se apuntó a jugar en Murcia «unos minutos» si Oltra así lo requiere. Ah, y que el objetivo goleador es de «doble cifra».

Casi de doble cifra también era el número de fotógrafos que asistieron y que no pararon de retratar el momento. Piovaccari con Vega, con Jiménez, con ambos... Luego, el transalpino se hizo algún selfie con los pocos aficionados que acudieron. Ya en la salida, alguno recordaba lo mismo que mi amigo: «podían haber regalado alguna camiseta». «Sí, claro; tú sueñas, tío». En uno de los patios del Palacio de Viana estuvieron los protagonistas (el principal y los secundarios) departiendo con --ahí sí-- algún que otro aficionado. Y en pocos minutos salieron (salimos) todos pitando de allí. La promoción del club, servida en bandeja, y el eterno silencio para otros temas que interesan --y mucho-- a esos mismos aficionados, también. Lo más cercano, que el italiano «cumple el perfil pedido por el técnico». Se sabrá según triunfe o fracase.