Papel mojado. No hay perdón. La Comisión de Apelación de la FIFA rechazó ayer el recurso del Barça contra la sanción que le impide fichar hasta el 1 de enero del 2016 en una nueva prueba de la escasa eficacia de la defensa jurídica del club y de las relaciones institucionales de alto nivel. El Barça prepara ahora otro recurso, esta vez ante el TAS como ya hizo en el caso de Luis Suárez y que tampoco le dio el resultado esperado, y paralelamente se enfrenta al dilema de si adelantar o no algún refuerzo más antes de que se cierre el mercado. La cuenta atrás es muy corta. Le quedan solo 11 días.

En temas jurídicos, el Barça acumula malas noticias y reveses. Ya sea por el caso Neymar, por Suárez o por el conflicto abierto el pasado mes de abril con la FIFA a raíz de las infracciones relacionadas con el traspaso y la inscripción de jugadores extranjeros menores de 18 años. LA FIFA investigó la llegada de más de 30 jugadores, pero la sanción afecta a siete casos. Ni 24 horas necesitó el organismo internacional para resolver el asunto, una rapidez que causó sorpresa en el Camp Nou. El club había presentado las alegaciones el martes en Zúrich con una delegación encabeza por Albert Soler, nuevo director de relaciones institucionales.

Los argumentos de la defensa, basado esencialmente en ensalzar los valores de la Masia y el buen cuidado de los jóvenes, no han servido de nada. El club, no obstante, insistió ayer en este mensaje al anunciar su intención de acudir al TAS. "El FC Barcelona no puede compartir de ninguna manera una resolución que atenta contra el espíritu de nuestra Masia, un ejemplo de formación académica, humana y deportiva, reconocida mundialmente", decía el comunicado oficial.

Además de mantener la sanción por dos mercados consecutivos (invierno 2014 y verano 2015), la FIFA le ha impuesto una multa de 372.000 euros (a la federación española que también está afectada con 412.000 euros y un año de plazo para modificar las normas) e insta al club a regularizar la situación de los futbolistas menores afectados por la norma en un periodo de 90 días. Hay que recordar que el castigo afectaba inicialmente a este mercado de verano, pero la comisión de apelación de la FIFA concedió una suspensión cautelar al aceptar que ha permitido al Barça acometer la renovación más amplia de los últimos años. Y la más cara: 158 millones de euros.

HACER MAS FICHAJES Precisamente, la cuestión económica aparece ahora sobre la mesa de la cúpula del club ante el dilema de si acometer o no algún fichaje más. Gracias a los traspasos, básicamente de Alexis y Cesc, el balance entre compras y ventas asciende a unos 80 millones de euros. El presupuesto que manejaba el club azulgrana era invertir 60 millones por temporada, cifra que estaba dispuesto a doblar en previsión a la imposibilidad de fichar dentro de un año. Por tanto, 120 millones de euros, de los que debería poder disponerse todavía de entre 40 y 50 millones.

DEBATE INTERNO Aunque el club mantiene cierta confianza en que el TAS atienda su recurso y que pueda concederle una suspensión cautelar mientras se resuelve el conflicto con la FIFA, la discusión ahora es si anticipar alguna de las posibles necesidades de la plantilla por más que la convicción general es que se ha reforzado sobradamente. Luis Enrique está encantado y decidido a recurrir a los jóvenes en caso de necesidad. Pero queda alguna pieza en el aire, como el lateral derecho ante la posible marcha de Alves. La dirección deportiva, de acuerdo con el entrenador, ha valorado la posibilidad de utilizar esos 40-50 millones. Entiende que puede disponer de ellos, aunque no todo en el mundo en el club comparte esta idea.