“Siempre estoy a muerte con los que son de mi familia”. Así se expresó Diego Pablo Simeone tras un derbi del que Antoine Griezmann salió muy mal parado. A su sequía goleadora, que habla de que lleva ocho partidos sin marcar, se añadió la respuesta del público que ya se ha impacientado con el delantero francés, al que pitó al ser sustituido. Al bajo rendimiento, el siete rojiblanco añade sus más que devaneos con el Barcelona, donde parece que le están haciendo un hueco.

Hace un año, el Calderón le perdonó cuando se dejó querer hasta el punto de que muchos le veían fuera, pero ahora, el Wanda ha dictado sentencia. Griezmann, ‘El Principito’, aquel de la melena rubia, el tercero en el podio del ‘Balón de Oro’ del año pasado, ha acabado con la paciencia del aficionado y también de algunos compañeros. “Se pudo marchar la temporada pasada y no lo hizo. Siempre decimos quién no quiera estar aquí, que se marche”, afirmó Koke en la previa del derbi.

Un fantasma en el derbi

Por ese choque Griezmann pasó como un fantasma. Ni siquiera se apreció que destilara la ansiedad de Cristiano porque se le ve más cercano al pasotismo de Benzema. “Estamos a muerte con Antoine”, aseguró Juanfran tras el partido del sábado.

Toda la energía del delantero la descargó en una protesta al asistente por no señalar un córner. Lo demás fue humo. Griezmann no generó más ruido que el que se escuchó en el Wanda cuando fue sustituido por Torres. El choque ante el Madrid, al que le había marcado cuatro goles, parecía una ocasión perfecta para romper su racha de siete partidos sin marcar --no lo hace desde el 27 de septiembre--, pero Griezmann sigue seco. Ha marcado dos goles en Liga y uno en Champions, al Chelsea.

100 millones de cláusula

Griezmann, que llegó al Atlético en el 2014 después de pagar 30 millones a La Real Sociedad, no solo no hace los deberes, sino que se deja querer por media Europa, especialmente por el Barcelona, donde muchos le ven en un futuro inmediato. El delantero renovó hasta el 2022 tras la sanción de la FIFA en los fichajes de jugadores jóvenes. Se le puso una cláusula de 200 millones, válida hasta el pasado 31 de agosto, y que un día después volvió a los 100.

En septiembre del 2016, el jugador dejó claro que "solo me iría del Atlético si se va Simeone”. Nada probable después de escuchar al ‘Cholo’ que “aún me tendrán que aguantar un par de años más”. Todo indica que ese matrimonio se romperá, pese a que el técnico argentino se empeñe en incluirlo a su jugador franquicia en la familia. “Si pertenece a ella, hay que apoyarlo. Y Griezmann es de la familia”. También lo es Diego Costa, porque quien suspira Simeone, que cuenta los días para el delantero de Lagarto pueda jugar. Será el 1 de enero, justo el día en que se abre el mercado de invierno.