Qué decir en el primer día! El primer día siempre es raro, cualquier primer día. La primera vez resulta irresistiblemente atractiva por lo que tiene de novedoso, pero no debe confundir, ni para lo bueno ni para lo malo. El primer día debe servir para ilusionar y eso hizo el Córdoba. Dentro del tostón que suelen ser estos encuentros veraniegos, teniendo en cuenta las escasas conclusiones que se pueden extraer, nos debemos limitar a hablar de sensaciones, esa palabra tan etérea y abstracta que cada cual interpreta a su manera.

Y si de sensaciones tenemos que hablar, nos quedaremos con pequeños detalles que con el paso del tiempo deben convertirse en algo más. Por ejemplo, con la irrupción de Ekeng. Quizá muchos se esperaran el típico futbolista ancho y vigoroso con poca movilidad. Nada de eso. Se movió bien, grácil, estuvo muy participativo y pidió jugar la pelota desde atrás. En el primer tiempo fue quien más balones tocó.

Pero, sin duda, nos debemos centrar en los pequeñitos, aquellos que marcarán la identidad de este Córdoba que Ferrer está moldeando con buen gusto. Sus mensajes no quedan en palabras vacías. Quiere balón y protagonismo y se ha rodeado de jugadores que pueden ofrecérselo. Es el caso de Ryder Matos, Fede Cartabia o Fidel. Los tres nuevos dejaron una agradable sensación, esas pinceladas que atisban algo diferente.

Matos se mostró capacitado en cualquier posición del ataque; Fede, el más pequeño de todos, se cosía por momentos el balón a los pies; Fidel, algo parecido, pero pegado a la cal. Tiene buena pinta esa banda izquierda con Pinillos en el lateral.

Havenaar es diferente, puro nervio. Parece imprevisible, como si de un melón se tratara. Uno no sabe si saldrá muy bueno o nefasto, pero desde luego, dará qué hablar. Ayer, por lo pronto, hizo el primer gol del Córdoba en pretemporada, un buen cabezazo que rozó la escuadra. El centro, por cierto, de Pinillos. ¿Hasta dónde progresará este chico? Sigue jugando con la misma naturalidad y decisión con la que acabó la temporada, fresco y sonriente.

La vieja guardia quedó solapada por el relumbrón de los fichajes. Antes de hablar de ellos, mencionaremos a la pareja de centrales Uxío y Deivid. El primero parece muy chico para ser central, pero se desenvolvió bastante bien. El segundo tuvo algún desliz. Claro que la defensa, ante un equipo de Segunda B como era el Marbella, con poco trabajo se encontró. Así que cualquier análisis resulta si cabe más incierto.

Otra cara novedosa fue la de Adri Cuevas. Tiene hechuras de futbolista y fue de los más destacados. Habrá que ver si es suficiente para Primera. De los antiguos, ya se sabe cómo funcionan. Sin novedades.

El resultado en estas fechas poco importa. Ganó el Córdoba 0--1 al Marbella, tras lo cual, cada uno decidirá con qué gusto quiere irse a la cama. Y todos tendrán razón. Es el primer día.