Oscar Pistorius durmió ayer en la prisión Kgosi Mampuru de Pretoria, en cuya sección hospitalaria comenzó a cumplir la condena que le impuso la jueza Thokozile Masipa después de un largo y controvertido juicio que se alargó durante más de siete meses y que tuvo en vilo a toda la opinión pública sudafricana. La polémica no acabará con la sentencia, porque esos cinco años de prisión son interpretados por muchos como una decisión salomónica que no contentó ni a la fiscalía, que pedía al menos 10 años, ni a la defensa, que solicitaba tres años de arresto domiciliario.

Las partes tienen 14 días para recurrir la sentencia al atleta paralímpico--auténtico ídolo hasta hace poco--, que la madrugada del 14 de febrero del 2013 disparó cuatro veces a través de la puerta cerrada del cuarto de baño de su casa para acabar con su novia, la modelo Reeva Steenkamp.