Para dejar atrás una decepción, lo primero es cambiar tu Play list de Spotify. Adiós a las canciones de hace diez años. Mejor las de este sábado, aunque costara mucho que sonaran por los favoritismos de un DJ.

- ¡Ey! ¿Me puedes poner el tema de...?

-No, es que no ponemos eso.

Cuando un huracán pasa por tu vida, mejor no pensar lo que se llevó, sino volver a crear.

Parecía que me iba a enamorar, / cuántas veces he creído hacerlo.

De nada sirve pensar cómo estábamos hace siete meses en Girona; llegamos lejos, y parecía que íbamos a llegar aún más. La realidad es que llevábamos tiempo sin construir nada.

No vamos a recrearnos en el pasado, pero tampoco en la miseria actual. No vamos a volvernos locos. Paciencia y cariño.

- Hola, he venido de lejos con mis amigos; ¿nos podría poner una canción que...?

- Ya he cambiado de registro.

Lo que quiero es que acabemos de una vez / con aquello que nos rompe el corazón.

El miércoles nos dieron un buen palo; ¿y qué? Ante los palos, música nueva, caras nuevas. Fue decepcionante, porque no lo esperábamos, pero y qué.

Cogí la crónica del miércoles, hice una bola y la tiré a la basura. Barajé incluso quemarla, pero finalmente me limité a echarla al contenedor azul. Es lo que voy a hacer a partir de ahora. Crónica que me decepcione, crónica que va al reciclaje. Se acabó almacenar peste. Lo siento por el cronista, le tengo mucho cariño, hizo muy buenos artículos, algunos históricos, pero qué le vamos a hacer, esto no siempre depende de ti.

Hoy estarás escribiendo con mucha dedicación, pasará la media noche y seguirás escribiendo en tu pequeño ordenador, intentando clavar las palabras para crear algo distinto a lo de todas las semanas, y quizá sea la mejor crónica de tu vida, pero lo siento, la voy a tirar a la basura.

Créeme que lo siento.

No soy tan drástico, pero me cansan las decepciones.

A las cinco de la mañana por fin el DJ se digna poner la canción. Yo estaba convencido de ello, por eso le insistí a la chica a la que se la había negado anteriormente.

- Vamos a esperar.

La espera fue deliciosa y descubrimos nuevos temas que de vuelta a casa seguían sonando en una Play list renovada.

Esperar.

Te quería y también te divertías al venir. / Cómo cambiar de vida / cómo olvidar mis sueños. / Dejémonos de heridas.

En el coche, con el domingo ya caído, no opté por la radio, sobre todo cuando vi cómo empezaba el partido. En otro momento quizá lo habría dejado, pero la Play list me hacía más cosquillas y el nuevo propósito se imponía: enterrar las decepciones.

En fin, querido cronista, no desesperes por que una nueva página tuya vaya a acabar debajo de mi fregadero. Vamos a esperar un poco, que con un poco de suerte, alguna todavía se cuela en el álbum.