Tres goles en dos jornadas. La llegada de Juan Merino al Córdoba ha supuesto un matiz en la imagen general del equipo, mejor colocado en líneas generales, con más disposición a intentar defender y con más preocupación de no encajar que de hacer daño al rival. Pero el resultado continúa siendo el mismo -o parecido-, ya que esos tres goles, los dos encajados en Oviedo y el del pasado domingo ante el Numancia, continúan arrojando una terrorífica media de goles en contra: más de dos por partido, resultante de los 25 tantos en contra en las 12 jornadas que se han disputado.

Así, la llegada del linense al banquillo no ha tenido efectos prácticos en lo que a números se refiere y el actual Córdoba continúa siendo el segundo más goleado en la historia de la entidad blanquiverde y el que más goles ha recibido de todas las temporadas disputadas en Segunda, Segunda B y Tercera División. El único equipo que a estas alturas, 12 jornadas ligueras disputadas, había recibido más fue el Córdoba de la última temporada en Primera, a finales de los años 60. Aquel equipo de la 1968/69 había recibido 30 goles en la primera docena de partidos y era una mezcla de veteranos, como Navarro y Simonet, con jóvenes como Escalante o Crispi, que eran el germen del fugaz regreso a Primera, dos temporadas después.

El actual Córdoba supera al equipo de la 1958/59, también en Segunda, que había recibido 24 goles, uno menos que el actual, y también al de la 1967/68, en Primera División, que también había encajado 24 goles al paso de la jornada 12. El quinto Córdoba más goleado en este punto competitivo fue el de la 1956/57, que era la tercera temporada de existencia del club como tal, también en Segunda, que llevaba encajados 23 goles a estas alturas.

Por lo tanto, y a pesar del cambio de entrenador, el actual Córdoba continúa dando pasos en la historia negra de la entidad blanquiverde. Para salir de ella no tendrá más remedio que cerrar definitivamente la portería al rival, algo que actualmente aún parece estar lejos de producirse, ya que sin ir más lejos, un Numancia con una línea de cinco atrás, logró puntuar y pudo ganar.