A Fernando Zambrano se le escurrió anoche entre los labios la palabra "ascenso" en su presentación como entrenador del Córdoba CF. Quizás, se tratase de una reminiscencia de su última conexión con un banquillo. Fue el 20 de octubre del 2000. En el Ruiz de Lopera. Veinticuatro horas después de empatar a un gol con el Betis, en la quinta jornada del primer calvario del Atlético de Madrid en Segunda, Zambrano era destituido por Jesús Gil. El equipo rojiblanco era antepenúltimo, con cuatro puntos. A Zambrano, por tanto, este nuevo contacto con la Segunda División A le debe servir para reivindicarse.

Antes que con los rojiblancos, a cuyo filial condujo a posiciones de ascenso (1998/99) antes de dar el salto al primer equipo, se instaló en el Rayo como hombre de confianza. Dirigió a las categoría inferiores, ejerció de secretario técnico y fue apagafuegos. En la campaña 1993/94 sustituyó a Felines en la jornada décima, pero fue reemplazado por David Vidal en la jornada 22, con un balance de 4 victorias, 3 empates y 6 derrotas. El Rayo bajó a Segunda. En la 1995/96 sustituyó a Marcos Alonso a tres jornadas del final. Salvó la categoría en una promoción contra el Mallorca. En la 1996/97 relevó a Paquito y entrenó al Rayo entre las jornadas 25 a 29, antes de otro descenso. Presume este sevillano que mañana cumple 54 años de haber trabajado en todas las categorías del fútbol español. Ahora quiere alargar su estancia en Segunda A.