El mercado de fichajes siempre es un periodo largo. A pesar de que tiene muchos vaivenes, el Córdoba tiene diversas adversidades para completar sus extremos, una parcela en la quetiene un solo futbolista como tal en una plantilla que tiene, a día de hoy, un total de 28 fichas.

En primer lugar, una de esas opciones que contemplaba Luis Carrión, a tenor de los últimos encuentros de la pasada temporada, para ocupar esa parcela era Antoñito. El lateral blanquiverde llegó el año pasado a El Arcángel y hasta ahí puede terminar su estancia en la ciudad ribereña. Fuentes de su entorno apuntaron que su marcha al Real Valladolid «está ganando enteros». Dicho entorno insistió que las conversaciones entre ambas partes se encuentran «muy avanzadas». Ante las incorporaciones de José Manuel Fernández y Miguel Loureiro, las opciones de Antoñito para jugar se han visto reducidas. Ante esta adversidad, el lateral tomaría partido por un conjunto blanquivioleta que carece de efectivos en su posición. En cambio, desde Valladolid apuntan que el reencuentro del jugador de Herrera con el técnico blanquivioleta, Luis César Sampedro, es más que un hecho.

Con las marchas ya conocidas de Juli y Pedro Ríos, las bandas son las parcelas con menos efectivos

En contraposición con el centro del campo, los laterales representan la parcela que más ausencias ha registrado, incluyendo las ya anunciadas de Juli y Pedro Ríos. Para suplir estas bajas, el Córdoba necesita nuevas incorporaciones. Pues en este aspecto la entidad cordobesista también encuentra adversidades.

Uno de los nombres que ha sonado con más fuerza en las últimas horas es el del futbolista del Mallorca Lago Júnior.

El jugador costamarfileño tiene que incorporarse el próximo lunes a la disciplina del Mallorca, aunque «la intención del futbolista es seguir en Segunda División y cuenta con diversas ofertas», según apuntan desde su entorno más cercano. Una de esas opciones es el Córdoba, aunque en estos momentos «está muy difícil» ya que el Mallorca no contempla otra opción que «traspasar al futbolista» con contrato hasta el 2019, debido a la cuantía económica que aportó la entidad bermellona al Mirandés por su cláusula de rescisión.

Es cierto que el periodo de fichajes, en especial el de verano, requiere de grandes dosis de paciencia ya que un mínimo detalle provoca un giro de 360 grados en cualquier proceso de negociación. Pero en este momento, el Córdoba ve como dos opciones factibles para sus extremos se alejan a menos de una semana de la vuelta del equipo al trabajo.