La sexta derrota consecutiva en la actual temporada continúa dejando secuelas, tanto en sensaciones como en números y antecedentes. Los blanquiverdes experimentaron una clara mejoría en la segunda mitad en Cornellá-El Prat, insuficiente para puntuar por su falta de gol y acierto en los últimos metros. Pero más allá de la situación coyuntural de los blanquiverdes, los antecedentes en Primera División señalan que la puerta hacia el milagro, lo único que pueden contemplar ahora mismo, va cerrándose paulatinamente. De hecho, tan solo dos colistas de los últimos 20 en la máxima categoría del fútbol nacional en la jornada 25 terminaron salvando la categoría. El primero y más reciente, además haciendo una remontada histórica. El Zaragoza de la 2011/12 tenía 18 puntos al final de la jornada 25, los mismo que el actual Córdoba, aunque los maños veían la salvación a más del doble de puntos que éstos, 12. Entrenados por Manolo Jiménez, que relevó a Javier Aguirre tras la jornada 18, los zaragocistas estuvieron en descenso hasta la última jornada. Un triunfo en Getafe en la última jornada certificó un milagro que aún se encuentra bajo sospecha por el presunto amaño, ahora en sede judicial, del Levante-Zaragoza de aquella temporada, en el que aún se encontraba en el banquillo Javier Aguirre.

El otro equipo que logró la salvación fue el Valladolid, en la 1995/96, aunque los pucelanos contaban con dos puntos más que el actual Córdoba, 20, y estaban tan solo a tres de la salvación al finalizar la jornada 25. Finalmente lograron la permanencia con tres puntos sobre el descenso.

Los otros 18 colistas en otras tantas temporadas terminaron cayendo a Segunda División, tanto en casos flagrantes y claros como el del Sporting, que tan solo tenía seis puntos en la 1997/98, como elMálaga en la 2005/06, que tan solo estaba a tres puntos de la salvación, con 20 puntos, tras acabar la jornada 25 y solo fue capaz de sumar cuatro puntos en las 13 últimas jornadas con Manolo Hierro al mando, por lo que también acabó descendiendo como colista.

En todo caso, solo dos milagros (uno bajo la lupa judicial) son la última esperanza en cuanto a antecedentes en la Liga para un Córdoba que ahora mismo se ha olvidado de ganar.