El club blanquiverde dio a conocer ayer el reglamento de régimen interno para «el acceso y permanencia en los espectáculos y acontecimientos deportivos» organizados en El Arcángel. El presidente del Córdoba, Alejandro González, aseguró hace dos semanas que para la 2017/18 no se repitirían las retiradas de abonos de la pasada campaña, reafirmando que «no existirán más retiradas de abonos mientras yo sea presidente».

Sin embargo, en el reglamento publicado ayer se dedica un capítulo entero a las «prohibiciones de acceso». Además de impedir el paso a aficionados bebidos o drogados, algo habitual y obligatorio por ley, el Córdoba prohíbe el acceso de «abonados y aficionados que hayan sido sancionados» por el club «con prohibición de acceso a las instalaciones».

En caso de que existan expedientes sancionadores, la entidad cordobesista asegura que «tomará como medida cautelar hasta la resolución del expediente, la decisión de la retirada temporal del derecho de acceso a las instalaciones deportivas donde se lleven a cabo, así como sus oficinas, sin citación y autorización previa». Y esto es extensivo a grupos concretos como las peñas. Aquellas «oficiales recogidas en el libro de seguidores» podrán ser «expulsadas como peña reconocida por el club» si contravienen el reglamento.

Mención aparte requieren las «condiciones de acceso» a los recintos deportivos de la entidad califal. El reglamento dispone que no estará permitido introducir «banderas de grandes dimensiones, tifos, pancartas en grada, bombos, tambores, megáfonos o megafonías en ningún lugar del estadio» salvo en la grada de animación, que se ubicará en el sector 7 de fondo sur/bajo de El Arcángel, y en la grada donde se ubica la afición visitante.

Incondicionales CCF, que se ha negado a colocarse en la grada de animación, tendrá complicado poder animar desde su lugar habitual en fondo norte. Miembros del grupo aseguraron ayer a este periódico que la medida viene motivada porque «las protestas en el último partido les dolieron mucho», y que el club «no quiere que le digamos las cuatro verdades, nos quiere callados y que El Arcángel se convierta en un estadio sin protestas».