Lo que más fastidia es saber que todos tienen razón y tú no. Aguantar la chapa una y otra vez. Con esa cara de tonto que se te queda cada vez que escuchas la maldita frase.

- Te lo dije.

No hay frase que dé más coraje en el mundo.

El 5 de febrero se le avisó en estas mismas páginas. Deja de codearte con nenes de 20 años. La pierna, te van a joder la pierna. Cuando al día siguiente apareció en su trabajo cojeando y con la pierna vendada, agachó la cabeza, sin rechistar, sin una sola coartada, sin nada que decir. Veo su cara y no sé si nos está escuchando, si le da igual lo que le decimos y si realmente se cree sus únicas palabras:

- C’est fini, de verdad.

- No te creo.

¿Sentiría lo mismo el dueño del Córdoba cuando ayer unas 300 personas se manifestaron frente a la puerta del estadio para protestar por su gestión?

Cinco, cuatro, tres, dos, uno... Minuto 54. Gran parte de El Arcángel se levanta, saca un pañuelo y se dirige al palco. Es habitual escuchar ¡González, vete ya! No lo es tanto que lo haga el estadio de forma coral. Entre la pitada escucho un ¡no te queremos!

No te quiero.

No hay frase más dura.

No hay frase más simple.

No hay frase más difícil de pronunciar.

Se pronunció.

No te quiero.

No te quiero encierra mucho. Hay que estar muy seguro para decirle a alguien esas palabras. Hay que ser muy duro para no inmutarse. No es un vete ya, un dónde están los millones o un directiva, dimisión... es un no te quiero.

Lloraría si alguien me dice así, a la cara, tan claro y alto, que no me quiere. Lloraría y me iría.

No trataría de convencerle, de darle la vuelta. Un no te quiero ya no es reparable.

No te quiero.

Escuchar.

Hoy en día muy poca gente sabe escuchar. Escuchar de verdad significa pensar sobre lo que te están diciendo, tener la habilidad de recapacitar y la virtud de cambiar si es necesario.

No sé si mi amigo nos escucha. Desde luego, algo le habremos tocado, pues este fin de semana se ha mostrado rudo con nosotros.

- ¿Resultado de hoy?

- 4-1.

- Más datos, por favor. ¿Para cuándo la reaparición?

- No se espera reaparición.

Quizá él sí escucha. Tengo mis dudas, la verdad, pero al menos se le ve afectado, lo cual es un alivio: tiene sentimientos.

No sé qué deber sentir una persona cuando ocho mil le piden que se vaya, cuando no nota cariño... No sé cómo se puede vivir sin cariño. Debe haber una razón muy poderosa para seguir ahí, mirando a la cara a quien te ha dicho no te quiero.

Es la primera vez que viene el Huesca y no hablo de lo maravillosa que fue aquella época. Que pena que hasta los mejores momentos se borran con ese implacable no te quiero.