Arbitro: Ahmed Amgait, de Ceuta. Buena actuación en líneas generales.

Amonestó a los locales Toscano, Juanfran y Almodóvar, así como a los visitantes Jose, Dani, Juanmi y Oca.

Incidencias: Aproximadamente 300 espectadores en el Municipal de Pozoblanco. Minuto de silencio por el fallecimiento del abuelo de Sebastián Sánchez, preparador físico del CD Pozoblanco. Partido correspondiente a la jornada treinta y dos en el grupo X de Tercera División. Césped en unas buenas condiciones para la práctica del fútbol.

El Pozoblanco sigue gozando de una salud envidiable. Ayer, cosechó un valioso punto ante el todopoderoso Sanluqueño y encadena ya once encuentros sin perder. El equipo ha sufrido una profunda metamorfosis que, sin embargo, ha llegado algo tarde para aspirar a cotas mayores. Lo cierto es que ni siquiera el mejor líder de los últimos años pudo con un Pozoblanco que neutralizó en todo momento los ataques de los gaditanos. Cierto es que el Sanluqueño acusó las cinco bajas con las que viajó y hasta puede servir de excusa que los de Carrete afrontan estos últimos encuentros con cierta tranquilidad, pues solo una hecatombe les privaría de ganar una liga que han dominado de principio a fin. Pero obviar la mejoría del Pozoblanco sería injusto. El equipo ha encontrado la solidez que le abandonó meses atrás y hasta Hidalgo puede permitirse ciertas rotaciones, impensables hace algún tiempo. El Pozoblanco empezó mal, muy mal. Lo poco que se cocinó en la primera mitad lo hizo el Sanluqueño, aunque a fuego lento. Gallardo no acertó con su vaselina ante una loca salida de Díaz y minutos después el ariete conectó un buen cabezazo que salió desviado. El Pozoblanco saltó tras el descanso con ganas de cambiar la dinámica del encuentro. Siguió con la misma firmeza en defensa, pero con una marcha más en ataque. Hugo remataba fuera un centro de Toscano. El mismo desenlace tuvo una buena jugada del omnipresente Javi Cabezas, que acabó con un disparo desviado de Isidro. Antes, el visitante Oscar Silva había mandado a la cepa del palo un disparo de más de treinta metros. Pese a esa acción, el Pozoblanco daba mayor sensación de peligro en sus proximidades a la puerta rival. En el último minuto se oyó el lamento de los aficionados, al ver como Hugo marraba la mejor ocasión del partido, después de una gran jugada individual que mereció mejor suerte. A pesar de ello, el Pozoblanco dio por bueno el empate, al igual que su rival. Al fin y al cabo, ambos parecen tener ya sus objetivos cumplidos.