"Estábamos convencidos que nos encontrábamos en un bache que no merecíamos y, cuando menos se esperaba, en Gijón dimos el golpe sobre la mesa que buscábamos". Bernardo Cruz hablaba ayer del reciente pasado blanquiverde y del futuro. Sobre el primero, el central comentaba que "se volvió a lo normal, el equipo se mantiene igualmente tranquilo", ya que "si se echa la mirada atrás y se ve todo lo que ha pasado, debe ser un acicate para esforzarse más en la dinámica positiva". Porque el canterano defiende que "ni antes estábamos muy mal, ni ahora para tirar cohetes", tras esa sensación que rodea al Córdoba después de conseguir tres victorias consecutivas. En el apartado personal, Bernardo ha sido la gran apuesta de Albert Ferrer desde la llegada del catalán al banquillo cordobesista. Tanto es así, que ha mandado a la grada a Iago Bouzón (indiscutible en la primera vuelta del campeonato) y a la suplencia a su propio hermano, Fran. El joven defensa también habló del próximo encuentro, ante un Mirandés que "vendrá a chafarnos la cuarta victoria consecutiva" y que "sabe a lo que juega". En todo caso, Bernardo recordó que "es lo que tiene esta Segunda tan apurada, ahora mismo no hay nada decidido". Lo más destacado de la sesión de entrenamiento de ayer fue el susto dado por Edu Campabadal, que se retiró de la misma antes de tiempo por un golpe en el tobillo. En todo caso, no parece que peligre su concurso para el duelo del sábado. Ferrer contó con el lateral en los primeros partidos y en las últimas convocatorias, ya que desde hace varias semanas ha confiado en Gunino.