2015 será el primer año de los últimos 11 en que Rafael Nadal no gana al menos un título de Grand Slam. Anoche, en un épico partido de tres horas y 46 minutos en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, le dejó sin esa opción Fabio Fognini, que tardó tres horas y 46 minutos en dictar la demoledora sentencia 3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4.

Nunca en 151 partidos en los grandes en los que se había anotado los dos primeros sets Nadal había acabado perdiendo. Ayer, en la misma pista del Arthur Ashe donde levantó dos de sus 14 títulos de Grand Slam, en 2010 y 2013, comprobó que siempre tiene que haber, o al menos puede haber, un primer día para todo.

El de anoche fue un partido a cara de perro entre dos tenistas entre los que ya habían saltado chispas, especialmente este año en Hamburgo donde el italiano, número 32 del mundo y que había ganado a Nadal en Río y en el Conde de Godó, se enfadó por lo que consideraba que era un diálogo excesivo de Nadal con su tío Toni y le espetó en un grito que captaron los micrófonos: "¡no me rompas los huevos!"

Con su historia personal a cuestas, Nadal empezó el partido en la mejor forma que se le había visto este año en Flushing Meadows y, posiblemente, de la temporada y se anotó con determinación y agresividad los dos primeros sets. En el tercero arrancó también bien, rompiendo el segundo servicio a Fognini, pero el italiano, que en ningún momento había dejado de presentar resistencia, empezó a reducir errores y a atacar. A un Nadal que llegó a ponerse 3-1 le rompió en blanco para ponerse 3-3 y volvería a hacerlo para llevarse el tercer set 6-4. Llegaría también el cuarto y, con él, un épico quinto, en el que fueron robándose el servicio uno a otro y peleando cada punto, llegando a alargar un juego hasta los 10 minutos.

FELICIANO Y BAUTISTA, EN CUARTOS

Nadal se marcha de Nueva York confirmando este 2015 como su temporada más difícil y deja a Fognini para medirse en cuartos con Feliciano López, que ayer se impuso 6-2, 7-6 (7-4) y 6-3 a un Milos Raonic debilitado por problemas en la espalda.

"El otro día estuve a cuatro puntos de irme a casa, pero el tenis es así y te da una oportunidad más", decía el toledano recordando los apuros que pasó en segunda ronda frente a Mardy Fish,

También vuelve a octavos Roberto Bautista Agut, que se calificó después de que se retirara con problemas estomacales el belga David Goffin. El número 14 del mundo se había apuntado los dos primeros sets pero cedió el tercero y abandonó cuando Bautista iba arriba 3-1 en el cuarto. Aunque el de Castellón explicó que "a nadie le gusta ganar así" se mostró también contento de volver a la ronda de 16, que ya alcanzó el año pasado (cuando perdió con Roger Federer. Esta vez su rival será aún más complicado, el número uno del mundo, Novak Djokovic, que no ha cedido ni un solo set en su tres primeros partidos en Nueva York y está mostrando un nivel de juego altísimo que hace recordar a su estelar temporada de 2011.

Peor suerte tuvo David Ferrer. El de Xàbea, séptimo cabeza de serie, cayó ante el francés Jeremy Chardy en un partido cuya historia cuenta el marcador 7-6 (8-6), 4-6, 6-3 y 6-1: Un Ferrer con opciones en los dos primeros sets se desvaneció después. "No encontraba mi tenis, nada más", explicaba luego Ferrer, que aunque ha podido jugar en Flushing Meadows tras varios meses recuperándose de una lesión en el codo asegura que le queda "mucho para estar a buen nivel tenístico, mucho ritmo y mucho entrenamiento".