Brazos levantados al cielo. Alegría en su rostro. Misión cumplida. Rafael Nadal volverá a estar en la semana grande de un Grand Slam al clasificarse para los octavos de final del Abierto de Australia al vencer en un maratoniano duelo al límite de los cinco sets al alemán Alexander Zverev por 4-6, 6-3, 6-7 (5-7), 6-3 y 6-2.

Desde el comienzo los dos tenistas eran conscientes de que la batalla iba a ser larga y dura . A un lado de la red Zverev iba a luchar apoyado en su espectacular y potente saque, acompañado con una derecha incisiva y un revés que abre ángulos y maltrata al rival. Al otro Nadal se presentaba con su experiencia en mil batallas, la veteranía de controlar los momentos importantes del partido y la combatividad de sus mejores tiempos.

Intensidad y agresividad eran fundamentales para decantar la balanza de un lado al otro. En la primera manga Zverev ha aprovechado una rotura rápida (0-2) para imponerse y mantener la ventaja hasta apuntarse la manga en 44 minutos. El esfuerzo y la concentración a la que Zverev se ha visto sometido la ha pagado en la segunda manga que el alemán ha entregado en 38 minutos.

LECCIÓN APRENDIDA

Igualados a un set, el partido volvía a empezar y la lección la tenían aprendida los dos tenistas. Y eso se ha visto sobre la Rod Laver Arena. Zverev ha mantenido su saque y ha intentando romper en un par de ocasiones el de Nadal sin conseguirlo. El exnúmero 1 ha aguantado la intensidad y la potencia de la bola del alemán, con paciencia, buscando el momento de arrebatarle el servicio, pero finalmente el set se ha decidido en el 'tie break' y se lo ha llevado el tenista alemán, gracias a su servicio, por 7-5.

Un golpe de efecto que, ante cualquier otro rival, podía llevarle a bajar los brazos. Pero esos son los momentos en los que Nadal se encuentra en su mejor salsa. En situaciones así, contra las cuerdas, el mallorquín, cuando está bien de piernas y mentalidad positiva, saca su espíritu competitivo para buscar la remontada imposible. Y de golpe Zverev, sin darse cuenta, se ha encontrado con 4-1 en contra. Una ventaja que no ha dejado escapar Nadal para forzar el quinto y definitivo set tras más de 3 horas de partido.

ZVEREV, ACALAMBRADO

La pelea volvía a estar donde quería y donde le gusta a Nadal. De salida rotura a Zverev y ventaja de 2-0. "Let's go Rafa, let's go", animaban desde las gradas. El tenista alemán ha podido recuperar la diferencia (2-2) pero el esfuerzo le ha pasado factura y nuevamente ha cedido su saque (3-2), cansado y con calambres en su pierna izquierda. Mal síntoma ante la voracidad de Nadal que no ha dejado escapar a su joven presa ganando los últimos tres juegos y el partido en el primer 'match ball' en 4 horas y 6 minutos.

"Un partido complicado en el que sabía que tenía que sufrir y pasarlo como fuera. Ha tocado remar y buscar soluciones. He sabido controlar los nervios y estoy muy satisfecho", ha declarado tras su victoria ante un rival "de los buenos, con un poderoso saque y que estará arriba pronto".

VICTORIA DE BAUTISTA

Un maratoniano duelo como el que también han mantenido los otros tres españoles que buscaban el pase a los octavos de final como Nadal. Solo lo ha conseguidoRoberto Bautista que se ha impuesto a David Ferrer por 7-5, 6-7 (6-8), 7-6 (7-3) y 6-4. Como el alicantino, dos veces semifinalista en Australia, también se ha despedido del torneo Pablo Carreño en otra batalla a conco sets ante eel uzbekoDenis Istomin, sorprendente verdugo de Novak Djokovic en segunda ronda, que le ha derrotado por 6-4, 4-6, 6-4, 4-6 y 6-2.