El nuevo Barcelona, que arrancó con la victoria de Josep Maria Bartomeu el pasado 18 de julio, cuando venció en las elecciones a la presidencia, no gana para sustos, al haberse visto atosigado en menos de una semana por dos multas que han vuelto a poner en el punto de mira la estabilidad institucional.

Anoche, el club se vio nuevamente abocado a salir al paso con otro comunicado, igual que el pasado jueves, para mostrar su rechazo y sorpresa después de conocer que la Comisión Antiviolencia había propuesto una multa de 66.000 euros a la entidad azulgrana por los silbidos contra el himno español en la final de la Copa del Rey.

En la misma línea, aunque más ejecutiva, ya que es una multa en toda regla, la UEFA sancionó al club catalán el pasado jueves por exhibición de banderas independentistas en la final de la Liga de Campeones contra el Juventus en Berlín, frente a lo cual el club también debió emitir un comunicado nocturno, en aquel caso para expresar su sorpresa y anunciar que pondrá el caso en manos de los abogados.

En pocos días, la alegría en el equipo de Bartomeu, que había alcanzado la mayoría absoluta en las elecciones a la presidencia, se ha transformado en un pesar por cómo ha sido abrumado el club con dos sanciones que han molestado mucho en la entidad catalana, donde se sostiene que ambas tienen mucho más que ver con sanciones políticas, que con reprobaciones por haber contravenido la ley.

El Barcelona ha argumentado en el caso de la propuesta de sanción por los silbidos al himno que la considera "injusta e inaceptable", porque cree que no solo no hubo inacción por su parte, sino que los directivos que se expresaron lo hicieron para pedir respeto a sus seguidores.

El Barcelona ya ha anunciado que recurrirá estas dos sanciones, tanto la de 6.000 euros por los pitidos como los 60.000 por errores en el dispositivo de seguridad en la final de la Copa, que se disputó en el Camp Nou.

Mientras, la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, ha considerado "inadmisible" y también "incomprensible" que se impongan multas por los silbidos al himno español ocurridos durante la final de la Copa del Rey de fútbol, y se ha preguntado "qué tipo de Estado democrático es este". Según la vicepresidenta del gobierno catalán, "por lo visto exhibir banderas preconstitucionales es gratis y, en cambio, ejercer la libertad de expresión es castigado".

El secretario de Acción Política, Ciudadanía y Libertades del PSOE, Patxi López, ha afirmado que "no se trata de poner multas a los que pitan un himno", sino que el objetivo debería de ser "educar en el respeto a los símbolos" que representan a todos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha dicho que las multas impuestas por pitar al himno nacional son un hecho "importante", ya que "se sienta un precedente", pero ha matizado que "no sancionan de una manera suficientemente adecuada". Según la presidenta madrileña, lo que habría que hacer es evitar ese tipo de comportamientos "que son absolutamente reprobables. Algunos clubes no quieren intentar evitar estos incidentes".